El PAN propone descuentos para familias que reciben remesas

En un giro cósmico de la política nacional, los diputados del PAN han descubierto repentinamente el valor de las remesas, ese maná celestial que sostiene a millones de hogares mientras el gobierno mexicano se limita a extender la mano como un adolescente esperando la mesada. Tras años de ignorar el éxodo masivo de compatriotas, ahora proponen descuentos en servicios básicos, como si el agua y la luz fueran consuelos suficientes por tener a medio país viviendo en el norte.

La joya de la corona es la nueva plataforma remesasmx.org, donde los migrantes podrán comparar comisiones como si eligieran un menú de Uber Eats, mientras el gobierno estadounidense afila sus garras fiscales. “Cada dólar cuenta”, declara solemnemente un exdiputado, en lo que podría ser el eslogan no oficial de la economía mexicana: un país que sobrevive a base de transferencias internacionales y esperanza.

Lo más irónico es que, mientras los legisladores se rasgan las vestiduras por un hipotético impuesto del 3.5%, nadie menciona que México ya cobra su propio tributo invisible: un sistema que expulsa a su gente y luego depende de su dinero para mantenerse a flote. Las remesas superan los 64 mil millones de dólares, cifra que haría sonrojar a cualquier plan económico gubernamental. ¿La solución? Un descuento en el predial y un sitio web. ¡Tomen nota, economistas del mundo!

Entre tanto, las familias receptoras siguen atrapadas en este absurdo teatro donde los políticos se presentan como héroes por ofrecer migajas, mientras el verdadero debate —¿por qué diablos el país no genera oportunidades?— queda enterrado bajo montañas de billetes enviados desde el extranjero. Swift habría escrito una sátira menos descarnada.