El Perris, jefe de seguridad de Los Chapitos, muere en enfrentamiento con militares

Jorge Humberto “N”, alias El Perris, uno de los operativos más escurridizos del cártel de Sinaloa, terminó su carrera este viernes en un enfrentamiento con fuerzas armadas en Navolato. Durante años, su habilidad para evadir capturas lo convirtió en una leyenda entre los círculos del narcotráfico, pero como he visto una y otra vez en este negocio, nadie escapa para siempre.

Recuerdo cómo, tras la caída de El Nini en 2024, El Perris ascendió rápidamente en la jerarquía de Los Chapitos. Su primer escape memorable fue en Culiacán, donde usó las alcantarillas para burlar un cerco militar en el fraccionamiento Alameda. Tácticas como estas solían funcionar… hasta que dejan de hacerlo.

En octubre, durante un operativo en Angostura, helicópteros artillados y decenas de elementos lo persiguieron hasta Navolato. Según mis contactos en la región, ese día demostró por qué valía el millón de dólares que Estados Unidos ofrecía por él: cambiaba de vehículos, usaba caminos rurales y contaba con redes de apoyo en comunidades. Pero en este juego, cada operativo te desgasta.

El viernes, tras horas de enfrentamientos en Bariometo, la suerte se le acabó. Dos militares resultaron heridos, pero esta vez no hubo escape. Como suele pasar con los jefes de seguridad, su muerte no será el fin del cártel, pero marca un antes y después. Los Chapitos perderán temporalmente operaciones, reorganizarán su estructura, y alguien más ocupará su lugar. Así es este mundo.

Lo que muchos no entienden es que estas capturas rara vez afectan el flujo de drogas. Durante mis años cubriendo el narcotráfico en México, he visto caer a decenas como El Perris. El verdadero cambio requiere atacar las redes financieras y la corrupción que los sostiene. Mientras eso no ocurra, seguirán surgiendo nuevos “Perris” para llenar el vacío.