En un giro tragicómico que parecería extraído de un manual de retroceso civilizatorio, la Secretaría de Salud ha confirmado la importación de trece embajadores víricos de sarampión al territorio. El viernes, tres misioneros de la antigua plaga hicieron su entrada triunfal desde Michoacán, y para este lunes ya se habían sumado diez evangelizadores adicionales, todos vinculados con peregrinaciones a santuarios epidémicos como Michoacán y Querétaro.
La geografía del retroceso
Los emisarios patógenos fueron identificados en los municipios de Jonacatepec, Ayala y Totolapan, conformando lo que los cronistas del absurdo podrían denominar el “Triángulo de la Inmunodeficiencia”. El secretario de Salud, Mario Ocampo, proclamó con solemnidad burocrática que la detección oportuna y respuesta inmediata del sistema estatal permitieron brindar atención médica oportuna. Todos los pacientes permanecen en aislamiento domiciliario, bajo vigilancia médica y con una evolución tan estable como la credibilidad en las campañas de vacunación.
La respuesta del aparato sanitario
El sector Salud precisó, con la precisión de un notario del apocalipsis, que ocho de los apóstoles del sarampión son mujeres y cinco hombres, con edades entre cinco meses y 34 años. El denominador común: ninguno contaba con el esquema completo de vacunación, como si habitaran en un universo paralelo donde la ciencia es opcional y la memoria inmunológica un concepto abstracto.
Para contener la transmisión de esta reliquia patógena, se activó el Equipo Estatal de Respuesta Rápida, una suerte de brigada de bomberos intentando apagar un incendio con gotas de nostalgia. Integrado por áreas de vigilancia epidemiológica, vacunación y laboratorio estatal, y en coordinación con el Servicio Nacional de Salud Pública, este dispositivo de contención ha desplegado en las comunidades afectadas un cerco sanitario con búsqueda activa de casos, verificación de esquemas de inmunización y aplicación inmediata de la vacuna triple viral.
La Secretaría de Salud, en un ejercicio de redundancia administrativa, reiteró el llamado a madres, padres y tutores a revisar la Cartilla Nacional de Salud y garantizar que niñas, niños y adolescentes cuenten con su esquema de vacunación completo, particularmente la dosis SRP, ese talismán moderno que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis, tres fantasmas que creímos desterrados al baúl de los horrores superados.

















