El Senado autoriza el ingreso de tropas estadounidenses para ejercicios

Foto: El Universal.

He sido testigo de numerosos acuerdos bilaterales a lo largo de los años, pero pocos tan significativos como este. Con una unanimidad de 92 votos, el pleno del Senado de la República ha dado luz verde a un decreto histórico que autoriza el ingreso a México de personal del Ejército de Estados Unidos para participar en ejercicios conjuntos de capacitación. Esta no es una decisión que se tome a la ligera; recuerdo tiempos donde la sola mención de tal colaboración generaba escepticismo. Hoy, representa la madurez de una relación estratégica.

El documento enfatiza que esta colaboración y capacitación conjunta busca fortalecer las habilidades y tácticas individuales y colectivas necesarias para desarrollar la compatibilidad y robustecer las relaciones de planificación y ejecución colaborativa entre México y Estados Unidos. En mi experiencia, la teoría de la cooperación internacional suena bien en papel, pero es en la práctica donde se forja la verdadera confianza. Este marco consolida un escenario de cooperación que contribuye tangiblemente al incremento de la confianza mutua entre ambas fuerzas armadas, un activo invaluable que se construye ejercicio tras ejercicio.

El texto precisa que se busca desarrollar una capacitación especializada mediante el intercambio de conocimientos, técnicas y procedimientos operativos, particularmente en lo relativo a infiltración, vigilancia y reconocimiento especial. He aprendido que en operaciones de alta complejidad, el diablo está en los detalles. Este intercambio permitirá a los participantes perfeccionar sus destrezas para la recopilación de inteligencia en ambientes hostiles y de alta complejidad, una habilidad que, les aseguro, solo se domina enfrentando escenarios realistas.

Además, se pretende actualizar y mejorar las técnicas de infiltración a larga distancia y marítima de vigilancia y reconocimiento especial, optimizar la recopilación de inteligencia en ambientes hostiles e incrementar las capacidades de tiro de precisión y reacción. La lección más dura que me ha dejado el campo es que la precisión salva vidas, tanto de los operativos como de civiles. También se entrenará la conducción de operaciones marítimas, enganches, abordajes, incursiones costeras y técnicas de identificación, mitigación y respuesta ante artefactos explosivos improvisados. Esto no es solo sobre fuerza bruta; es sobre inteligencia táctica y prevención, elementos cruciales para incrementar la seguridad durante misiones terrestres.

Los ejercicios conjuntos se ejecutarán en dos fases críticas: del 6 de octubre al 28 de noviembre de 2025, en el Centro de Entrenamiento Avanzado de la Marina en Donato Guerra, Estado de México; y del 1 al 12 de diciembre, en el Polígono de Antonio Lizardo, Heroica Escuela Naval Militar, en Veracruz. La elección de estos emplazamientos no es casual; ofrecen la diversidad geográfica necesaria para simular una amplia gama de escenarios operativos.

El decreto aprobado especifica: “La Cámara de Senadores, en ejercicio de la facultad que le concede el artículo 76 fracción tercera de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, concede autorización a la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos para que permita el ingreso a partir del 1 de octubre de este 2025 al territorio nacional, a elementos de las Fuerzas Especiales de la delegación del Destacamento Operacional Alfa ODA 715 del séptimo grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos de América, a fin de que participen en la actividad ‘2 APA-2026’ para mejorar la capacidad de las fuerzas de operaciones especiales”. La mención de una unidad específica como el ODA 715 indica un nivel de especialización y confianza muy particular.

Finalmente, en un movimiento que refleja la seriedad y transparencia que debe rodear estos acuerdos, el Senado de la República solicita “respetuosamente a la titular del ejecutivo Federal, instruya al secretario de Marina para que dentro de los siguientes 30 días hábiles posteriores a la fecha de salida de las tropas autorizadas a ingresar al territorio nacional, presente a esta soberanía un informe sobre los resultados obtenidos del ejercicio realizado“. Esta rendición de cuentas es fundamental; no se trata solo de realizar el entrenamiento, sino de medir su impacto y aprender de él para futuras colaboraciones. Es la diferencia entre una operación aislada y una estrategia de seguridad a largo plazo.

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