En un giro que hubiera maravillado al mismísimo Jonathan Swift, la augusta asamblea de los prohombres legislativos ha decidido que el problema de la extorsión se soluciona con el método infalible: decretar castigos más largos para quienes, por supuesto, nunca serán capturados. La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, proclamó con solemnidad casi litúrgica que esta semana el recinto debatirá el dictamen de la Ley General para Sancionar Delitos en Materia de Extorsión, un documento que yacía en algún archivo desde que la Cámara de Diputados lo desterró el pasado 29 de octubre.
El gran teatro de las reformas penales
Mediante un video difundido en esas modernas plazas públicas digitales, la legisladora de Morena reveló el gran secreto: modificarán la minuta para incorporar las revelaciones proféticas de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre cómo robustecer la justicia. Qué coincidencia que siempre se descubre cómo fortalecer la justicia precisamente cuando hay que llenar tiempo de transmisión.
Entre las innovaciones revolucionarias que planteó la oradora se encuentra el incremento de las condenas carcelarias, como si los criminales consultaran el código penal antes de actuar. También prometió mejorar la colaboración institucional, ese mitológico concepto que todos alaban pero nadie ha visto en estado salvaje. Para completar el cuadro de virtud burocrática, establecerán la reparación del perjuicio y usarán los recursos de la extinción de dominio para restituir derechos, porque nada dice “justicia eficaz” como un proceso que tarda más que una sesión del Senado.
Y como acto de encaje: los nombramientos
Para demostrar que no solo de extorsión vive el legislativo, Castillo Juárez anunció que también deliberarán sobre el designio de magistraturas electorales en 13 entidades federativas. Porque qué mejor momento para abordar asuntos de delicada ingeniería democrática que cuando se está discutiendo cómo encarcelar a quienes amenazan por teléfono.
La Junta de Coordinación Política (Jucopo), bajo el mando del senador Adán Augusto López, en su infinita sabiduría ha decretado que las dos sesiones plenarias de esta semana tendrán lugar el miércoles 19 de noviembre. Una eficiencia alemana para tratar los asuntos de Estado, concentrando en un solo día lo que podría hacerse en toda la semana, dejando el resto del tiempo libre para… bueno, mejor no preguntar.















