Supervisión de una obra que redefine la movilidad
Desde el nodo logístico de San Juan del Río, Querétaro, la presidenta Claudia Sheinbaum supervisó el progreso del proyecto ferroviario que conectará la capital con Querétaro. La obra, con un avance del 8%, simboliza la reconexión de un país que durante décadas vio desaparecer su red de trenes de pasajeros bajo políticas de privatización.
Reconocimiento al equipo técnico y regulatorio involucrado en el proyecto.
“Recuperamos lo que el neoliberalismo desmanteló. Hoy, con un equipo de élite, no solo cumplimos un sueño de conectividad, sino que sentamos las bases para un sistema multimodal inteligente”, afirmó Sheinbaum, destacando el consenso social y las compensaciones justas en la adquisición de derechos de vía.
Ingeniería de vanguardia y logística disruptiva
El comandante del Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles”, Gustavo Vallejo Suárez, detalló la estrategia: la ruta se segmentó en 12 tramos para una construcción simultánea y ágil. En Querétaro, los 80 kilómetros de traza incluirán túneles que preservan el flujo de la autopista actual, una solución de infraestructura híbrida que prioriza la eficiencia sin colapsar las vías existentes.
Cronometraje de la nueva conexión
Andrés Lajous Loaeza, director de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF), proyectó los nuevos tiempos de traslado: un viaje de 120 minutos unirá los centros de Ciudad de México y Querétaro, mientras que el trayecto a San Juan del Río se reducirá a 80 minutos. Esto no es solo un tren; es un compresor de distancias que impulsará la integración económica y la descongestión urbana.
Un catalizador para el desarrollo regional
El gobernador Mauricio Kuri González enfatizó el carácter transformador de esta megaobra. Más que rieles y durmientes, se trata de una columna vertebral para la innovación, el turismo y la productividad, que posicionará a la región en el mapa de la movilidad sostenible y la hiperconectividad del siglo XXI.
El proyecto avanza sin fricciones sociales, demostrando que el diálogo transparente y la planeación colaborativa son el nuevo estándar para las obras de impacto nacional. Este corredor ferroviario es la materialización de una visión donde la tecnología y el progreso social viajan en la misma dirección.
