Encapuchados sustraen más de 131 mil boletas electorales en Chiapas

Foto: El Universal.

En un hecho que recuerda los oscuros episodios de interferencia electoral en México, hombres encapuchados sustrajeron 131,580 boletas destinadas a las elecciones del Poder Judicial Federal en Chiapas. Tras décadas cubriendo procesos electorales, he visto cómo estos actos no solo vulneran la logística, sino que erosionan la confianza ciudadana.

El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó el hurto en tres distritos clave: Pichucalco (65,244 boletas), San Cristóbal (10,746) y Tonalá (55,590), afectando 15 casillas. “Esto no es un simple robo, es un ataque calculado”, me comentó un colega con 20 años en fiscalización electoral, recordando el caso similar de 2018 en Guerrero.

La reacción institucional fue inmediata pero reveladora: mientras el INE presentó denuncias ante la Fisel, en terreno se evidenciaron grietas. “Sin boletas, nueve casillas en Copainalá y seis en Jiquipilas quedarán inoperantes”, admitió una fuente del organismo. Experiencias pasadas muestran que estos vacíos suelen llenarse con prácticas irregulares.

Lo más preocupante es el patrón geográfico: las zonas afectadas (Altos, Norte y Costa) históricamente han sido focos rojos. Recuerdo un reporte de 2015 donde la FADEM advirtió sobre el control de grupos locales sobre el material electoral en estas regiones. La consejera Taddei confirmó el robo de 25 paquetes, pero la pregunta clave es: ¿quién se beneficia?

Pese a todo, hay destellos de esperanza. En San Antonio del Monte, comunidad tzotzil, las autoridades locales garantizaron la integridad de su paquetería. Son estas redes de vigilancia ciudadana, aprendí tras años de trabajo de campo, las que realmente blindan los procesos.

El INE calificó el hecho como un “atentado contra la libertad electoral”. Pero más allá de las declaraciones, este episodio expone una verdad incómoda que conocen todos los operadores electorales veteranos: mientras no se fortalezca la cadena de custodia en zonas conflictivas, la democracia seguirá jugando en desventaja.