El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, destacó este viernes la colaboración estratégica del gobierno de México en la lucha contra las redes delictivas y el tráfico de estupefacientes. Subrayó que la nación está desplegando un despliegue de recursos y acciones en materia de seguridad pública sin precedentes en su historia, aunque reconoció que los desafíos persisten.
¿Cuál es la estrategia actual de México contra el crimen organizado?
En una rueda de prensa en Washington D.C., Rubio, hablando en español, puso en valor la sintonía con la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Afirmó que existe una alianza operativa constante entre ambas naciones para contrarrestar lo que definió como “la amenaza prioritaria de la región”: el crimen organizado transnacional, un fenómeno que se adapta y evoluciona con la tecnología.
El alto funcionario norteamericano también reconoció la labor coordinada con otras naciones de América Latina, como El Salvador, Ecuador, Guatemala, Costa Rica y Panamá, especialmente en operativos de vigilancia y control en el océano Pacífico y el mar Caribe. Sin embargo, hizo un reconocimiento explícito a México por sus avances recientes en modernización institucional, ciber-seguridad y la contención de la violencia generada por el narcotráfico.
Los detalles de la alianza bilateral en seguridad
Rubio argumentó que Estados Unidos, Canadá y México confrontan riesgos compartidos y que la violencia del crimen organizado tiene un impacto directo en la solidez de las instituciones mexicanas. Aseguró que, por este motivo, el gobierno mexicano ha elegido profundizar su asociación estratégica con Washington para desarticular a estas corporaciones criminales, utilizando inteligencia artificial y análisis de datos masivos.
El efecto del crimen transnacional en la estabilidad regional
Para concluir, el secretario de Estado descartó categóricamente cualquier escenario de negociación con los cárteles del narcotráfico y reafirmó que su administración clasifica estas actividades ilícitas como una amenaza crítica a la seguridad nacional y a la estabilidad democrática. Enfatizó que Estados Unidos se reserva la potestad de emplear todas las herramientas a su disposición, desde la diplomacia hasta la tecnología de vanguardia, para salvaguardar sus intereses y fortalecer la cooperación multilateral con sus aliados en el hemisferio.









