La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha determinado que el exceso de velocidad fue el factor determinante en el accidente de la pipa de gas que explotó en la alcaldía Iztapalapa. La titular de la dependencia, Bertha Alcalde Luján, presentó los resultados del dictamen pericial que apuntan de manera concluyente a una velocidad elevada como la causa primaria del siniestro.
El análisis técnico descartó de forma categórica que irregularidades en el pavimento, como baches o obras recientes, hayan contribuido al desenlace. El incidente se originó en el Puente de La Concordia cuando el vehículo de transporte de gas licuado de petróleo impactó de manera violenta contra la superficie de la calzada.
La fuerza del choque provocó la ruptura del casquete del tanque de almacenamiento, lo que desencadenó la liberación instantánea del combustible y su posterior ignición. Este tipo de depósitos, aunque diseñados bajo estrictas normas de seguridad, son vulnerables a impactos de gran energía que comprometen su integridad estructural de manera catastrófica.
La investigación pericial reconstruyó la dinámica del accidente, determinando que la energía cinética generada por la alta velocidad superó los límites de resistencia del componente metálico. La empresa propietaria de la unidad, que ha sido plenamente identificada, cuenta con pólizas de seguro vigentes que cubrirán los daños materiales y los perjuicios a terceros.
La FGJCDMX mantiene abiertas las líneas de investigación para determinar posibles responsabilidades adicionales, tanto del operador de la unidad como de la compañía transportista, en el estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad para el transporte de materiales peligrosos.
Las autoridades han implementado un protocolo de acompañamiento integral a las familias de las víctimas y a las personas afectadas por la explosión. Este mecanismo incluye no solo la atención psicológica y médica inmediata, sino también la asesoría jurídica necesaria para canalizar las indemnizaciones correspondientes a través de los seguros contratados.
El caso subraya la crítica importancia de adherirse a los límites de velocidad establecidos, particularmente para vehículos de gran tonelaje que transportan sustancias altamente inflamables, donde un error operativo puede tener consecuencias devastadoras en entornos urbanos densamente poblados.