Un hombre bajo custodia policial falleció en el Hospital Tercer Milenio de Aguascalientes durante la tarde del viernes 26 de diciembre. Los hechos, que se desarrollaron en el área de carga y patología del centro médico, apuntan a un paro cardiorrespiratorio como causa aparente del deceso, según los primeros reportes. La víctima fue identificada como Jorge, de aproximadamente 40 años de edad.
La secuencia de eventos que culminó en esta muerte se inició un día antes, el 25 de diciembre, cuando la Policía Municipal detuvo al individuo por una falta administrativa relacionada con presunta exhibición indecorosa. Sin embargo, el incidente tomó un cariz violento cuando, según información preliminar, vecinos de la zona donde fue aprehendido intentaron lincharlo. Los elementos policiales intervinieron para rescatar al sujeto, quien resultó con lesiones que requirieron su traslado inmediato al Hospital Tercer Milenio para recibir atención médica. Una vez estabilizado, permaneció en el nosocomio bajo la custodia de un oficial municipal.
El desenlace fatal se produjo durante su hospitalización. Según las versiones recabadas, el detenido aprovechó un momento de descuido de su custodio para intentar escapar, iniciando una carrera dentro de las instalaciones del hospital. El policía a cargo dio la alerta, solicitando refuerzos que acudieron de manera inmediata. Los agentes lograron reducir y asegurar al individuo en la misma área de carga y patología del hospital, un espacio destinado a la logística y no a la contención de pacientes.
Fue en ese momento, tras ser sometido, cuando los oficiales notaron que el hombre ya no presentaba movimiento alguno. Ante la sospecha de una emergencia médica, un facultativo del centro hospitalario se acercó a revisarlo y confirmó la ausencia de signos vitales, declarando su fallecimiento en el sitio. La hipótesis inicial que manejan las autoridades señala un infarto como el desencadenante del paro cardiorrespiratorio, aunque esto queda sujeto a la confirmación pericial.
Conforme al protocolo establecido para muertes bajo custodia o en circunstancias que requieren investigación, personal especializado del Instituto de Ciencias Forenses y Servicios Periciales se trasladó al hospital. Su labor consistió en el levantamiento meticuloso del cuerpo y de todos los indicios relevantes en el escenario, procedimiento fundamental para reconstruir los hechos con precisión. Paralelamente, como parte de la investigación para esclarecer responsabilidades, el custodio que vigilaba al fallecido fue presentado ante el Ministerio Público para rendir su declaración formal.
Este caso pone sobre la mesa varios aspectos críticos de los procedimientos de seguridad y custodia en entornos médicos, así como la cadena de eventos que vinculan una detención administrativa con un resultado fatal. La determinación oficial y concluyente de las causas de la muerte recaerá en los resultados de la necropsia de ley, un examen forense que buscará establecer con certeza científica si el deceso se debió únicamente a una condición médica preexistente, al estrés físico del forcejeo durante la recaptura, o a una combinación de ambos factores. Las autoridades tienen ahora la responsabilidad de conducir una investigación exhaustiva y transparente que aclare cada minuto de esta trágica sucesión de eventos.













