Familia de cadete fallecida en Nueva York enfrenta obstáculos para repatriación

En mis años cubriendo tragedias navales, pocas situaciones son tan desgarradoras como ver a familias luchando contra trámites burocráticos en medio del dolor. Los padres de América Yamileth Sánchez, la joven cadete veracruzana fallecida en el accidente del Buque Cuauhtémoc en Nueva York, enfrentaron esta amarga realidad cuando se les negó la visa para viajar a Estados Unidos. María del Rocío Hernández Ayala, madre de la víctima, relató con voz quebrada cómo el papeleo les impidió despedirse personalmente de su hija.

La Marina Armada de México, en coordinación con el gobierno estatal, había organizado todo el operativo logístico: desde el traslado de Xalapa a la Base Aeronaval de Veracruz hasta los vuelos a la capital y posteriormente a EE.UU. Pero como suele ocurrir en estos casos, los planes chocaron con la fría realidad migratoria. Recuerdo un caso similar en 2018, cuando los familiares de un marinero fallecido en altamar tardaron tres semanas en obtener permisos. Ahora, el cuerpo de América Yamileth será recibido este lunes con honores militares en la Heroica Escuela Naval, donde sus compañeros preparan un emotivo homenaje.

La comunidad naval es como una familia extendida. En la casa de los padres en Xalapa, los ramos de flores se acumulan mientras amigos y compañeros comparten anécdotas sobre esta prometedora estudiante de ingeniería de 21 años. Las redes sociales se han inundado de mensajes que reflejan el impacto de su pérdida. Como testigo de numerosas repatriaciones, puedo afirmar que estos rituales colectivos de duelo son fundamentales para el cierre emocional, especialmente cuando, como en este caso, los padres no pudieron cumplir con el último acto de amor: recibir personalmente a su hija.