Ferromex retrasa indemnizaciones tras fatal descarrilamiento en Irapuato

¿Negligencia o burocracia? A siete días de la tragedia que cobró seis vidas en Irapuato, Ferromex mantiene un silencio ensordecedor sobre las compensaciones económicas. Mientras los vagones cargados de combustible siguen paralizados como mudo testigo del siniestro, las víctimas enfrentan otra batalla: la espera interminable.

Fuentes cercanas a la Fiscalía General de Guanajuato revelaron a este medio que la empresa ferroviaria no ha depositado un solo peso para cubrir los gastos funerarios ni los daños materiales ocasionados cuando una locomotora descontrolada arrasó con cuatro vehículos el pasado 6 de agosto. “Los afectados están atrapados en un limbo jurídico”, admitió bajo condición de anonimato un funcionario involucrado en el caso.

El fiscal Gerardo Vázquez Alatriste confirmó lo que muchos temían: no existen fondos asignados para resarcir los perjuicios. “Los dictámenes técnicos y las entrevistas a testigos continúan”, declaró, sin precisar cuándo se ejercerán acciones legales contra la compañía. ¿Qué está frenando el proceso? Documentos obtenidos por nuestra redacción sugieren que Ferromex alega fallas mecánicas imprevisibles, mientras peritos independientes analizan si hubo omisiones en el mantenimiento.

Entre los escombros de esta tragedia surgen preguntas incómodas: ¿Por qué la locomotora viajaba con vagones de gasolina en zona urbana? ¿Fallaron los sistemas de emergencia? Las respuestas podrían redefinir los protocolos de seguridad ferroviaria en México. Mientras tanto, las familias de las víctimas exigen algo más que promesas: justicia expedita y transparencia en una investigación que parece avanzar a la velocidad de un tren averiado.