Reinventando la Seguridad: Más Allá de la Coordinación Burocrática
En un ecosistema de seguridad tradicionalmente fragmentado, la declaración del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, sobre la colaboración con la Fiscalía General de la República (FGR) no es solo un parte de prensa. Es el síntoma de una oportunidad histórica para transmutar la mera coordinación en una verdadera sinergia cognitiva. ¿Y si en lugar de “fortalecer lazos” construyéramos un sistema nervioso digital central para la justicia?
La llegada de Ernestina Godoy al frente de la FGR, con un equipo de colaboradores probados como César Oliveros y Héctor Elizalde Mora, no debería leerse solo como continuidad. Es la semilla para un modelo de inteligencia colectiva antidelictiva. Imaginemos un warehouse de datos en tiempo real, donde la inteligencia policial y la evidencia fiscal se alimentan mutuamente mediante algoritmos predictivos, dejando atrás los obsoletos informes en papel y las reuniones de seguimiento.
La negación de vínculos entre el crimen organizado y certámenes como Miss Universo, si bien oficial, nos obliga a una pregunta disruptiva: ¿estamos rastreando el dinero del crimen en los flujos legítimos o solo en los oscuros? La innovación aquí no es perseguir sombras, sino iluminar con tecnología blockchain la procedencia de fondos en eventos masivos, transformando el entretenimiento en una primera línea de defensa financiera.
La desaparición de dos agentes en Jalisco, una tragedia humana, expone la necesidad de una revolución en la protección del protector. Más que despliegues conjuntos con la Defensa Nacional o la Marina, ¿por qué no dotar a cada oficial de wearables biométricos indetectables y sistemas de geolocalización satelital encriptada? El paradigma debe cambiar de la búsqueda reactiva a la invisibilidad tecnológica del agente y la ubicuidad absoluta de sus datos.
Este no es un momento para optimizar lo existente, sino para rediseñar desde cero la arquitectura de la seguridad nacional. La verdadera “mejor coordinación” no será declarada en una conferencia, sino silenciosamente certificada por un ecosistema interoperable donde un dato en campo active automáticamente protocolos fiscales, inteligencia financiera y despliegues tácticos. El futuro de la seguridad no se coordina, se orquesta en una sola plataforma.

















