Geopolítica de chips paraliza la producción de Honda en México

Una crisis geopolítica frena la industria automotriz mexicana

La fabricante japonesa Honda ha tenido que detener temporalmente su producción en territorio mexicano debido a una crítica escasez de semiconductores. La interrupción del suministro proviene directamente de la empresa neerlandesa Nexperia, según reveló el medio especializado Nikkei.

El origen del conflicto se remonta a una decisión del gobierno de los Países Bajos, que intervino y asumió el control de la compañía por consideraciones de seguridad nacional, vinculadas a su matriz china, Wingtech.

En respuesta, las autoridades de la República Popular China bloquearon las exportaciones de productos de Nexperia, incluyendo los microchips especializados para sistemas automotrices. Este movimiento ha generado un efecto dominó, causando severas interrupciones en la compleja cadena de suministro de América del Norte y afectando la fabricación de componentes esenciales para motores y módulos de seguridad.

Impacto operativo inmediato

La automotriz confirmó la paralización de actividades en sus complejos industriales ubicados en Celaya, Guanajuato, y El Salto, Jalisco. Mientras la línea de ensamblaje se detiene, los equipos de ingeniería y compras trabajan contra reloj para identificar y validar componentes sustitutos que permitan reanudar la manufactura. Honda se ha abstenido de proporcionar una fecha estimada para la reanudación de operaciones o el volumen de unidades afectadas.

Reacciones en el ecosistema automotor

El impacto de esta disrupción no se limita a una sola marca. Otras firmas globales ya enfrentan las consecuencias. Volkswagen admitió afectaciones por la misma escasez, aunque logró esquivar paros técnicos al activar proveedores alternativos de forma inmediata. Por su parte, Nissan declaró contar con inventario de semiconductores para mantener su producción hasta inicios de noviembre. Mientras tanto, Mercedes-Benz calificó el escenario como un conflicto con un claro trasfondo geopolítico y confirmó la búsqueda activa de nuevos suministradores a nivel global para diversificar su riesgo.

Un ecosistema en jaque

Analistas del sector advierten que, de prolongarse esta situación, más fabricantes podrían verse forzados a detener operaciones en las próximas semanas. Este episodio evidencia, una vez más, la extrema dependencia estructural de la industria automotriz norteamericana del suministro externo de chips, una vulnerabilidad que persiste a pesar de las lecciones aprendidas durante la crisis global de semiconductores de 2021 y las posteriores estrategias de resiliencia.

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