El coordinador del Partido Acción Nacional en el congreso de Tamaulipas, Gerardo Peña Flores, ha manifestado que el incremento de acusaciones contra antiguos funcionarios de su partido, con especial énfasis en quienes integraron la secretaría de salud, responde fundamentalmente a una coyuntura política. El legislador sostiene que, a medida que se intensifican los periodos electorales y de definición política, ciertos casos de presunta corrupción de la anterior administración panista son deliberadamente sobredimensionados. En sus declaraciones, el diputado local enfatizó que muchas de estas imputaciones carecen de un fundamento sólido.
Puso como ejemplo un caso reciente donde, según su versión, se pretende imputar responsabilidades a una persona que, en su momento, fue quien alertó sobre las irregularidades. Esta situación, a su juicio, evidencia la inconsistencia de las acusaciones y refuerza la idea de una motivación política detrás de las mismas.
Peña Flores detalló que, durante el proceso de transición de gobierno, las irregularidades detectadas en diversas secretarías fueron debidamente reportadas en los documentos oficiales de entrega-recepción. Él mismo, en su anterior cargo como Secretario General de Gobierno, fue responsable de encabezar parte de ese proceso, lo que le otorga, según afirma, una perspectiva clara de los procedimientos que se siguieron.
Desde su punto de vista, la politización de estos asuntos busca crear una narrativa de corrupción que no se corresponde con la realidad de los hechos documentados. El coordinador panista expresó su comprensión ante la naturaleza de la política, donde es común que surjan momentos de tensión. No obstante, consideró que este enfoque hace que se pierda de vista lo que realmente es trascendente, desviando la atención pública hacia cuestiones que, en su opinión, no revisten la gravedad que se les pretende atribuir. Enfatizó que el verdadero debate debería centrarse en problemas de mayor calado que afectan al conjunto de la nación.
En este sentido, Gerardo Peña Flores desvió el foco hacia el ámbito federal, señalando que existen casos de irregularidades a ese nivel que, a su juicio, son de una magnitud muy superior. Hizo una mención explícita al daño al erario nacional, que según sus afirmaciones asciende a 600 mil millones de pesos, un problema de gran envergadura que, considera, queda opacado por estas acusaciones a nivel estatal.
Aunque el diputado descartó de manera explícita que exista una campaña de venganza política orquestada en su contra o contra su partido, sí afirmó con contundencia que el efecto práctico de estas acusaciones es desviar la atención de la opinión pública.
La estrategia, según su análisis, consiste en generar un ruido mediático alrededor de supuestas faltas de administraciones pasadas para ocultar lo que él define como “los gravísimos problemas nacionales que hay”. Con esta postura, el PAN en Tamaulipas busca reposicionar el debate, presentándose no como el foco del problema, sino como un actor político que señala inconsistencias mayores en la actual gestión a nivel federal.