Gobierno redefine estrategias contra desalojos y despojos ilegales

En un giro disruptivo, el gobierno capitalino está replanteando el enfoque tradicional sobre los conflictos de propiedad, desafiando la ambigüedad legal que por años ha permitido abusos. El secretario de Gobierno, César Cravioto, rompe paradigmas al exponer la dicotomía invisible entre desalojo (acto administrativo) y despojo (delito organizado), una distinción que podría revolucionar la protección patrimonial.

¿Y si los protocolos actuales son cómplices pasivos de la violencia inmobiliaria? La jefa de gobierno Clara Brugada propone una frontera jurídica radical: mientras el desalojo requiere orden judicial, el despojo opera como secuestro de espacios mediante coerción. Su solución: un equipo interdisciplinario que actúe como “anticuerpos institucionales”, detectando simulaciones legales y corrupción en tiempo real.

Cravioto devela el lado oscuro del lenguaje: “Cuando grupos armados disfrazan despojos como ‘desalojos técnicos’, estamos ante terrorismo inmobiliario“. La innovación clave: transformar la confusión semántica en alertas tempranas, usando inteligencia artificial para mapear patrones delictivos.

Este modelo, inspirado en sistemas antifraude bancario, podría convertirse en el primer escudo digital contra el despojo en América Latina, donde el 68% de casos jamás se denuncian. La disrupción no está en nuevas leyes, sino en hackear los vacíos que permiten su manipulación.