Habitantes de Tabasco bloquean carretera por falta de electricidad y promesas incumplidas

VILLAHERMOSA, Tabasco.- Lo que comenzó como una protesta pacífica se ha convertido en un símbolo de la frustración acumulada: la carretera Villahermosa-Ciudad del Carmen lleva 24 horas bloqueada por residentes de Villa Tamulté de las Sabanas. Tras años de vivir a oscuras, exigen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que cumpla con la construcción de una subestación prometida desde el sexenio pasado.

He visto cómo estas situaciones escalan cuando las promesas se postergan. Los manifestantes, organizados como un movimiento de resistencia civil, han montado un campamento improvisado donde cocinan alimentos comunitarios – incluso sacrificaron un cerdo para preparar carnitas, demostrando que están listos para una larga batalla. El caos vehicular es evidente: cientos de tráileres varados reflejan el impacto económico de estas demandas sociales.

Claudia López, delegada comunitaria, me compartió con tono firme: “No nos moveremos hasta ver maquinaria trabajando en nuestra subestación”. Su determinación tiene fundamento: 32 comunidades indígenas y más de 15,000 familias padecen apagones crónicos que paralizan incluso la planta de agua potable – una ironía cruel durante esta ola de calor.

Amado Salvador, líder local, detalló con amargura cómo el proyecto eléctrico quedó en el olvido tras el cambio de administración. “AMLO lo prometió aquí mismo en 2019… Hoy ni él ni Sheinbaum cumplieron”, afirmó. Este desencanto se tradujo en un llamado a la abstención electoral este 1 de junio – un golpe simbólico al partido en el poder.

El desalojo violento con gases lacrimógenos por parte de elementos antimotines de la SSPC ayer por la tarde solo avivó la resistencia. Rafael Acosta León del PRD tabasqueño criticó la represión: “Exigir derechos básicos no es delito”. La situación encapsula un problema mayor: la desconexión entre las promesas políticas y la realidad de las comunidades marginadas.

Como testigo de conflictos similares en Oaxaca y Chiapas, puedo afirmar que estas protestas rara vez surgen de la noche a la mañana. Son el punto de ebullición de años de negligencia institucional. La solución requerirá más que diálogo: acciones concretas que restauren la confianza perdida.