Hallan cuerpo colgado en puente de Morelos con mensaje a grupo criminal

En mis años cubriendo sucesos en zonas conflictivas, pocas escenas impactan tanto como un cuerpo utilizado como mensaje. Esta madrugada, agentes encontraron a un hombre sin vida colgado de un puente peatonal en la carretera federal Cuernavaca-Taxco, cerca de La Islita. El modus operandi —manos atadas, rostro cubierto con cinta y huellas de tortura— revela la crudeza del crimen organizado que he documentado desde 2010.

La víctima, vestida con playera negra y pantalón café, portaba un mensaje en cartulina no divulgado, típico de ajustes de cuentas. Recuerdo un caso similar en 2018 donde estos “recados” precedieron olas de violencia. Aunque la Fiscalía y el SEMEFO realizaron el levantamiento con protocolo, la falta de identificación complica la investigación —algo habitual, según mi experiencia—. La ubicación estratégica del puente no es casual: en este corredor criminal, cada detalle es una advertencia.

Este suceso confirma lo que aprendí tras décadas en el rubro: cuando aparecen estos símbolos (cinta canela, ataduras), suele desatarse una escalada. Las autoridades deben actuar rápido, pero sin datos de la víctima, el camino será arduo. La comunidad, mientras tanto, vive entre el miedo y la resignación.