Tlacotalpan, Veracruz.– A través de sus redes sociales, la Organización Conibio Global A.C. difundió un lamentable caso en que tres ocelotes fueron encontrados sin vida en la comunidad de La Amapola luego de una quema agrícola que consumió parte de un cañal, un hecho que ha encendido las alarmas entre ambientalistas y trabajadores del campo por el impacto que estas prácticas continúan generando en la fauna silvestre de la región.
El hallazgo fue realizado por trabajadores cañeros que participaban en las labores de la zafra. Los cortadores señalaron que, aunque están acostumbrados a ver incendios durante la temporada, nunca habían encontrado ejemplares de esta especie en la zona, lo que generó preocupación inmediata por el deterioro del hábitat en la cuenca del Papaloapan, una región reconocida por su alta biodiversidad.

Los tres ocelotes, que presentaban un desarrollo avanzado, murieron a causa del incendio provocado como parte de las prácticas de quema agrícola utilizadas para facilitar la cosecha. Este método, aunque común, ha sido reiteradamente señalado por especialistas como un riesgo para especies silvestres que habitan en los alrededores de los cultivos.
El caso vuelve a colocar sobre la mesa la necesidad urgente de regular y supervisar las quemas agrícolas en Veracruz, así como de fortalecer las acciones de protección hacia especies vulnerables como el ocelote, un felino nativo de México catalogado como “amenazado” según la NOM-059.
Organizaciones ambientales han reiterado que estas prácticas no solo transforman el paisaje, sino que también representan una amenaza directa para la vida silvestre, especialmente en regiones donde los ecosistemas ya enfrentan una fuerte presión humana.
El llamado ahora es hacia la adopción de métodos más seguros, responsables y sostenibles que permitan a los productores realizar sus actividades sin seguir poniendo en riesgo a especies que forman parte del equilibrio natural de la zona.


















