Una Tragedia en la Sierra: Lecciones de un Operativo de Búsqueda
La noticia del helicóptero de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desaparecido en Jalisco me trajo a la memoria experiencias pasadas en terrenos similares. La tarde de este lunes, la aeronave dejó de ser visible en los radares mientras sobrevolaba el municipio de San Sebastián del Oeste, un hecho que siempre marca el inicio de una carrera contra el tiempo.
Foto: Redes Sociales.
Casi 24 horas después, cerca de las 14:10 horas del martes, la nave fue localizada. Se había estrellado en una zona boscosa cercana a la comunidad serrana de La Virgencita, confirmándose la muerte de dos personas. En estos casos, la confirmación es el momento más duro para los equipos de rescate.
Desde el lunes, elementos de diversas corporaciones desplegaron un operativo de búsqueda que, como suele ocurrir en estas situaciones, se complicó enormemente por las condiciones climáticas y la adversidad del terreno montañoso. He estado en búsquedas donde la geografía se convierte en el principal enemigo, y la sierra de Jalisco no es una excepción.
La información preliminar indica que la aeronave se desplomó mientras volaba a baja altura realizando labores de revisión de las líneas de transmisión eléctrica en las inmediaciones del cerro El Jabalí. Este tipo de trabajo de inspección de infraestructura crítica es inherentemente complejo y requiere una precisión milimétrica. A lo largo de los años, he aprendido que incluso los protocolos más estrictos pueden verse desbordados por factores imprevistos.
Durante la búsqueda, se coordinaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, del Servicio de Atención Médica de Urgencias y de las corporaciones municipales de San Sebastián del Oeste, Talpa de Allende, Mascota y Puerto Vallarta. El despliegue se realizó tanto por tierra como por aire, una estrategia necesaria pero que presenta enormes desafíos logísticos. La colaboración interinstitucional es fundamental, pero su efectividad se pone a prueba en terrenos tan complicados.
Hasta este momento, no se han confirmado las causas del siniestro aéreo ni se ha dado a conocer la identidad de las personas fallecidas. Sin embargo, las labores de rescate y los trabajos de investigación en la zona continúan. La lección que siempre queda tras estos eventos es la misma: la importancia de la prevención, la capacitación continua y el respeto por los protocolos de seguridad, porque en la aviación, y especialmente en labores técnicas, el margen de error es mínimo.