Incendio en local comercial obliga a evacuación de seis personas en Monterrey

Foto: Agencia Reforma.

MONTERREY, NL.—La madrugada del martes se convirtió en una prueba de supervivencia para seis inquilinos del Centro de Monterrey, cuando un incendio en un almacén de maniquíes se extendió a sus viviendas. Tras años cubriendo emergencias, he aprendido que estos siniestros exponen dos realidades: la vulnerabilidad de los inmuebles antiguos y la importancia de los protocolos de evacuación. Aquí, la falta de una salida alterna obligó a los afectados a cruzar una cortina de llamas.

El fuego, reportado a las 2:34 horas en la calle Arteaga —a escasos metros del emblemático Colegio Civil—, requirió la intervención coordinada de Bomberos de Nuevo León, Protección Civil estatal y municipal. Como suele ocurrir en el primer cuadro de la ciudad, la cercanía de construcciones y materiales inflamables aceleró la propagación. Recuerdo un caso similar en 2018 donde una chispa en un taller de costura terminó afectando cinco edificios coloniales.

Entre los evacuados —tres hombres y tres mujeres de 20 a 28 años— destacan historias que reflejan la diversidad del centro: migrantes centroamericanos y jóvenes profesionistas de Tampico. “En segundos el humo llenó la escalera”, relató Dubraska Guerrero (21 años), quien junto a sus vecinos logró salir por la cortina metálica del local, ya carbonizada. Los equipos de rescate no solo combatieron las llamas, sino que realizaron labores críticas de ventilación y enfriamiento para evitar colapsos.

La investigación sobre el origen del incendio continúa, pero este incidente evidencia un patrón recurrente: locales comerciales en plantas bajas con sistemas eléctricos obsoletos que ponen en riesgo viviendas improvisadas en pisos superiores. Tras décadas documentando estos casos, insisto en que la prevención requiere no solo revisiones técnicas, sino también educación comunitaria. Como testigo de múltiples tragedias evitables, urge regular estos espacios mixtos que son el alma —y a veces la pesadilla— de nuestros centros históricos.