Un aparatoso siniestro en una tienda Coppel ubicada en el sur de Veracruz resultó en cinco personas lesionadas, una de ellas con pronóstico reservado. La magnitud del evento nos recuerda, una vez más, lo rápido que la normalidad puede verse interrumpida por una emergencia y la importancia crítica de los protocolos de evacuación y primeros auxilios.
El incendio se registró en la zona céntrica del municipio de Las Choapas, afectando gravemente el establecimiento comercial. He sido testigo de cómo estos siniestros en estructuras con alta concentración de personas exigen una respuesta inmediata y coordinada, donde cada segundo cuenta para salvar vidas y evitar una tragedia mayor.
Las intensas llamas y las densas columnas de humo provocaron pánico entre los habitantes, lo que a su vez generó una movilización masiva de agentes de seguridad pública y equipos de rescate. En mi experiencia, el manejo del factor humano, el pánico colectivo, es tan crucial como combatir el fuego en sí mismo.
Las autoridades estatales confirmaron al menos cinco heridos. La más grave sufrió quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, por lo que fue trasladada de urgencia del Hospital de la Comunidad al Hospital Regional de Coatzacoalcos para recibir atención especializada. Situaciones como esta subrayan la vital importancia de una red hospitalaria eficiente capaz de responder a traumatismos de gran severidad.
Tres víctimas adicionales fueron ingresadas en el Hospital de la Comunidad de Las Choapas, donde permanecen bajo vigilancia médica estrecha. Una quinta persona recibió atención primaria en la unidad y, de manera voluntaria, se trasladó con familiares a Villahermosa, Tabasco, para proseguir con su proceso de recuperación. La descentralización de los pacientes es una práctica común para aliviar la presión sobre los centros médicos locales tras una catástrofe.
El Gobierno del Estado se comprometió a brindar un acompañamiento directo a los familiares, garantizando la cobertura de todas las necesidades médicas y sanitarias. Mientras tanto, los cuerpos periciales y de investigación trabajan para determinar las causas precisas que originaron la explosión. Basado en lo visto a lo largo de los años, una investigación transparente y exhaustiva es fundamental no solo para la rendición de cuentas, sino también para prevenir futuros incidentes.