Lecciones de Seguridad que se Aprenden en el Terreno
MÉRIDA, Yuc.- A lo largo de mis años en el ámbito de la seguridad en espectáculos públicos, he aprendido que la teoría y la práctica a veces chocan de la manera más abrupta. Un incidente como el registrado en la Feria Yucatán en Xmatkuil, donde el juego mecánico de las tazas locas se descarriló con dos personas a bordo, es un recordatorio contundente de esa brecha. He visto cómo un simple desgaste, una pieza que pasa desapercibida en una revisión rutinaria, puede desencadenar una situación de alto riesgo en cuestión de segundos.
El Momento Crítico: Más Allá del Susto
Tras el suceso, la clausura preventiva del juego fue la medida inmediata y correcta. Los hechos, ocurridos en el segundo fin de semana de la feria, confirman una lección que repito constantemente: la fatiga de los equipos tras un uso intensivo es un factor crítico. No es lo mismo revisar un juego un lunes por la mañana que un sábado por la noche, después de horas de operación continua. El fallo técnico reconocido posteriormente subraya la necesidad de protocolos de verificación aún más estrictos durante los picos de afluencia.
La Respuesta: Donde la Experiencia Marca la Diferencia
El video captado por una asistente es el tipo de evidencia que, en nuestra profesión, analizamos al milímetro. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el impacto psicológico en los usuarios es real y no debe subestimarse. La declaración de Protección Civil de Yucatán (Procivy) sobre las inspecciones y el cumplimiento de los dictámenes va en la dirección correcta. Sin embargo, desde mi experiencia, la clave no solo está en tener los papeles en regla, sino en cultivar una cultura de seguridad profunda entre los operadores. He comprobado que la diferencia entre un accidente y un susto a menudo reside en el ojo entrenado de un técnico que detecta una anomalía sutil antes de que se convierta en una catástrofe. Este evento, sin duda, servirá como un caso más de estudio para reforzar los protocolos y recordarnos a todos que en materia de seguridad, la complacencia es nuestro peor enemigo.















