Kelvin guarda silencio en caso de feminicidio pese a historial delictivo

GUADALAJARA, Jalisco. — Mientras las autoridades intentan reconstruir los hechos del brutal asesinato de Karla Bañuelos, ocurrido el 13 de julio en Balcones de Oblatos, una pregunta resuena en los pasillos del Ministerio Público: ¿qué oculta Kelvin Josué Farías Robles, alias “El Chon”, al ejercer su derecho a guardar silencio?

Fuentes cercanas a la investigación revelaron que, pese a mostrarse arrepentido tras su detención, el principal sospechoso se negó a declarar sobre el móvil del crimen. “La ejecución fue evidente”, admitió el fiscal estatal Salvador González de los Santos, mientras documentos obtenidos por este medio muestran un patrón preocupante: en 2019, Farías Robles ya había sido detenido por llevar a menores de edad a un motel, caso que fue archivado tras cumplir con medidas cautelares.

¿Por qué un hombre con antecedentes logró quedar en libertad? Expedientes judiciales consultados indican que, en aquel entonces, el juez aceptó argumentos de rehabilitación. Sin embargo, especialistas en violencia de género cuestionan el sistema: “Esto refleja fallas estructurales”, señaló la abogada Diana Martínez, mientras el arma homicida sigue sin aparecer.

El contraste es evidente cuando el gobernador Pablo Lemus afirma que en Jalisco “el que la hace la paga”. Datos oficiales muestran que solo 3 de cada 10 feminicidios llegan a sentencia. ¿Estamos ante otro caso de impunidad selectiva? Familiares de la víctima exigen respuestas, mientras las autoridades insisten en que “trabajan intensamente”. Pero la sociedad jalisciense, escéptica, espera acciones concretas más que promesas.