La CFE ilumina el camino hacia el progreso con un espectáculo pirotécnico

En un despliegue de eficiencia energética sin precedentes, el sagrado monopolio de la Comisión Federal de Electricidad ofreció anoche a los ciudadanos de Monterrey un espectáculo pirotécnico gratuito de alto voltaje. El evento, espontáneo y generosamente financiado con los impuestos de todos, tuvo lugar en el templo moderno del progreso: una subestación en la Colonia Barrio Estrella, nombre que resultó ser del todo profético.

Doce sacerdotes del electron (antes conocidos como empleados) fueron evacuados en un ritual de seguridad que demostró el profundo cuidado que la corporación tiene por su capital humano. Las unidades de bomberos y Protección Civil, siempre alertas ante las demostraciones de poder del gigante energético, acudieron a rendir pleitesía al transformador de 115 mil voltios que había decidido emanciparse de su aburrida existencia metálica.

Como parte de la experiencia inmersiva, el espectáculo incluyó una interacción comunitaria única: la suspensión del servicio en zonas aledañas, permitiendo a los ciudadanos disfrutar de una noche de introspección y conversación a la luz de las velas, liberados por fin de la tiranía de los electrodomésticos y las pantallas. A las 17:54 horas, tras haber impartido su lección sobre la fragilidad de la civilización moderna, el fuego fue dominado, aunque la reflexión que encendió continúa ardiendo.