La Corte pospone el impuesto al sudor de los repartidores

La Corte pospone el impuesto al sudor de los repartidores

Foto: El Universal.

En un acto de suprema deliberación, los altos jerarcas de la Justicia nacional han decidido, con la sabiduría que les caracteriza, aplazar la revisión de un asunto tan trivial como el impuesto del 2% que grava el sudor de los repartidores digitales. Mientras los siervos de la economía gig se congregaban a las puertas del santuario judicial, los ministros encontraron una solución magistral: la postergación.

El presidente del máximo tribunal, Hugo Aguilar Ortiz, en un alarde de diálogo social sin precedentes, suplicó a la ministra Lenia Batres Guadarrama que pospusiera su proyecto de sentencia, el cual, en un arrebato de realismo mágico burocrático, pretende avalar el tributo so pretexto del uso de la infraestructura urbana. “Esta nueva Corte ha ofrecido tener diálogo“, declaró, en lo que parece ser la nueva estrategia para no dictar sentencias: escuchar a todos hasta que el problema desaparezca por sí solo.

La ministra Batres Guadarrama, magnánima, accedió al ruego, demostrando que en el Olimpo judicial el tiempo es un concepto elástico. Mientras, el fantasma de un proyecto de sentencia del ministro en retiro Alberto Pérez Dayán, que osaba proponer amparar a los contribuyentes, fue exorcizado y reemplazado por la nueva doctrina fiscal progresista.

Abajo, en el mundo real, los condotieros del asfalto protestaban con una lógica impecable: “Si aprueban este 2% por una infraestructura que está mal, una infraestructura que nos está matando con sus coladeras abiertas, con sus baches, más nos van a dar en la torre”. Manuel Gaytán, un paladín del volante, resumió el absurdo monumental: “Nos van a quitar 15% de nuestro sudor”. Una alquimia fiscal que transforma el esfuerzo en impuesto para mantener la misma infraestructura que los aniquila.

Así, en el gran teatro de lo absurdo, la Corte perfecciona el arte de la procrastinación judicial, mientras los repartidores pagan con su sudor no solo la infraestructura, sino también la lentitud de quienes deben impartir justicia.

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio