La defensa épica de Noroña entre chilaquiles y conspiraciones mediáticas

En un giro digno de Los miserables pero con guion de telenovela vespertina, el senador Gerardo Fernández Noroña salió al quite para defender a su colega Adán Augusto López de los “feroces” señalamientos por nexos con el crimen organizado. Entre declaraciones épicas y menciones gastronómicas, el líder guinda aseguró que todo es una “campaña inquisitoria” orquestada por medios que, al parecer, tienen más imaginación que los escritores de Stranger Things.

“No hay pactos de complicidad”, juró Noroña con la solemnidad de un cardenal negando la Inquisición, mientras omitía mencionar si también habían jurado sobre una Biblia o un menú de chilaquiles. Aseguró que su partido no tolera conductas ilegales, pero eso sí, condena el linchamiento mediático, porque en este país lo importante no es la justicia, sino el timing de los escándalos.

El senador reveló que habló con López, quien está “tranquilo”, como corresponde a cualquier político acusado de vínculos criminales: desayunando chilaquiles rojos y hablando de temas legislativos, porque qué mejor momento para discutir leyes que cuando te señalan por presuntos lazos con Hernán Bermúdez, el exjefe de seguridad prófugo que suena a villano de película de acción barata.

Noroña, en un alarde de equidad selectiva, comparó el caso con el de Felipe Calderón, cuyo secretario de seguridad está en prisión. “¡Ah, pero ahí no dicen nada!”, clamó, ignorando que en este circo mediático algunos payasos tienen inmunidad y otros caen de la cuerda floja.

Finalmente, el senador minimizó al grupo “La Barredora” —que nadie conocía hasta ayer—, ironizando: “¿Más peligroso que el Chapo?”. Así es, señores: en México los cárteles nacen, crecen y se reproducen en primetime. Y si no, pregunten a los noticieros.

Concluyó admitiendo que las acusaciones “desgastan”, porque en política es mejor que te critiquen por corrupto que por aburrido. Eso sí, pidió esperar las investigaciones, porque en este país la justicia siempre llega… justo después de las elecciones.