La democracia a balazos en México sigue cobrando víctimas

CIUDAD DE MÉXICO. — En un espectáculo digno del más grotesco reality político, Yesenia Lara, aspirante a la alcaldía de Texistepec por el partido Morena, recibió su “bautizo democrático” a base de plomo. La escena: una caravana nocturna convertida en película de terror, donde los votos se sustituyeron por balas y los abrazos por agujeros de bala.

Los testigos describen el momento con la precisión de un guion macabro: más de 20 disparos, el rostro de la candidata convertido en lienzo de violencia, mientras los asistentes —antes entusiastas— corrían como extras de una película de zombis. ¡Qué mejor metáfora para la política mexicana que una campaña donde los candidatos “caen” literalmente!

• Mientras saludaba a mujeres con niños —un cuadro idílico para el álbum de campaña—, los sicarios le regalaron el “apoyo popular” definitivo: plomo en la cara. La democracia, al estilo narco.

Los videos, esos fieles cómplices de la tragedia moderna, muestran el momento en que las banderas de Morena pasaron de ser símbolos partidistas a mortajas improvisadas. Ironías de la vida: el mismo color que prometía “transformación” ahora tapaba cadáveres.

Y como en todo buen drama mexicano, el reparto incluyó: dos heridos de reparto (trasladados al hospital), un estado (Veracruz) que compite por el título de “Far West Latinoamericano”, y una elección a tres semanas donde, al parecer, las urnas son solo un decorado para la verdadera contienda: la del crimen organizado.

Epílogo: México, tierra donde la política es deporte extremo

Según el informe de Integralia, México ya tiene su propio ranking de violencia política: 105 casos en tres meses, con Guerrero y Morelos liderando como destinos “todo incluido” para aspirantes suicidas. Los highlights incluyen al pevemista Carlos Ramsés Neri (ejecutado como si fuera enemigo del narco, no candidato) y al director de Gobierno de Camerino Z. Mendoza, cuyo error fue creer que trabajar para el ayuntamiento era un empleo seguro.

Mientras los partidos prometen “cambios históricos”, la única historia que se repite es la de los funerales con honores… pero sin justicia. ¿Alguien dijo “democracia”?