El Nuevo Evangelio según la Cuarta Transformación
En un alarde de humildad que solo puede ser comparado con la modestia de un faisán en pleno cortejo, la Máxima Líder de la Revolución Moral visitó el sagrado suelo mexiquense para proclamar las nuevas tablas de la ley, talladas no en piedra, sino en el bronce de los boletines de prensa oficiales.
Desde la atalaya de Toluca, y a un día de encabezar el ritual sagrado del Grito —acto que, por supuesto, nada tiene que ver con el culto a la personalidad—, proclamó que México es, era y será un reino de libertad y soberanía. Una soberanía que, curiosamente, se mide en kilómetros de vías férreas y en toneladas de fertilizante gratuito.
En un giro historicista tan oportuno como conveniente, la narrativa oficial ha desempolvado a Manuela Molina, heroína indígena, para incorporarla al panteón cívico. Así, entre pensiones y becas, se teje el nuevo relato: las heroínas de antaño murieron por la patria; las de hogaño, reciben una transferencia bancaria por su lealtad.
La Santa Lista de los Beneficiados
El acto central de esta liturgia fue la lectura del nuevo rosario laico, una letanía de cifras milagrosas que dejó boquiabiertos a los feligreses. Tres millones ochocientos mil almas reciben el maná gubernamental, sin intermediarios, como si el propio Espíritu Santo realizara las transferencias vía aplicación móvil.
El milagro de los panes y los peces se actualiza: un millón y medio de ancianos reciben su pensión, 145 mil discapacitados la suya, y 565 mil jóvenes portan con orgullo la beca Benito Juárez, porque nada dice “Juárez” como una ayuda económica que hubiera horrorizado al hombre que recortó el gasto clerical. No podía faltar la leche, el nuevo óleo de la unción, que fluye para un millón setecientos cincuenta y dos mil mexiquenses sedientos de bienestar lácteo.
La Cruzada Ferroviaria y el Santo Grial de la Vivienda
La predicción continuó con la revelación de las nuevas cruzadas: los trenes. El Tren El Insurgente, el tren al AIFA, el tren AIFA-Pachuca, el México-Pachuca, el México-Querétaro… una red ferroviaria tan extensa como metafórica, que promete conectar todos los puntos del país con el corazón palpitante del proyecto nacional. Los creyentes aseguran que estarán listos para el 2027, justo a tiempo para el próximo jubileo.
Y para que el pueblo no viva bajo las estrellas, se anunció la construcción de 68 mil viviendas del Infonavit y 36 mil de la Conavi. Un arca de Noé construida con créditos blandos y subsidios, diseñada para salvar a la ciudadanía del diluvio neoliberal que, se nos recuerda, una vez cubrió la tierra de promesas incumplidas.
La gobernadora local, sumisa sacerdotisa de este nuevo culto, agradeció la lluvia de mercedes y presupuestos, confirmando que el objetivo común ya no es la crítica o el disenso, sino la garantía del bienestar, un concepto tan elástico que puede contener desde un ferrocarril hasta un bote de leche en polvo.
Así, entre cifras bíblicas y promesas de hierro, se escribe el nuevo capítulo de la épica nacional: donde la independencia se conquista todos los días, preferentemente con una tarjeta de débito del banco del gobierno.