La épica burocrática de la transformación nacional

La épica burocrática de la transformación nacional

Desde la majestuosa e inmaculada tierra de Puebla, nuestra Líder Suprema, la Arquitecta de la Nueva Realidad, Claudia Sheinbaum Pardo, proclamó ante las multitudes extasiadas el advenimiento de una era dorada donde la desigualdad ha sido exiliada a los confines de la historia, como un mal sueño del neoliberalismo.

Con la solemnidad de quien anuncia la cuadratura del círculo, declaró que México ha pasado, por arte de magia burocrática, de ser un muladar de inequidad a un faro de igualdad continental. ¿El hechizo? Una varita mágica compuesta por el aumento salarial, una lluvia torrencial de subsidios con nombre de postal idílica y el rescate de la obra pública, ese fénix que renace eternamente de sus propios escombros.

“¡Contémplenlo, ciudadanos!”, exclamó, en lo que solo puede describirse como una rendición de cuentas celestial. “Hemos alcanzado el nivel más bajo de pobreza en la historia de nuestra nación. Claro, millones siguen en la miseria, pero es una miseria de mejor calidad, una pobreza boutique, lo juro por los Programas para el Bienestar”.

La lista de milagros realizados en Puebla fue revelada, como si se tratara de los mandamientos de una nueva religión secular: el río Atoyac, antaño una cloaca a cielo abierto, ahora emana la fragancia de los edenes perdidos; se construyen hospitales con tal velocidad que los enfermos hacen cola esperando que la enfermedad les espere; y se erigen centros LIBRE en cada municipio, porque la libertad, al parecer, ahora viene en edificios con aire acondicionado.

Pero el culmen de esta ópera bufa lo constituye el mini vehículo eléctrico Olinia, diseñado por un centenar de científicos que, sin duda, no podrían estar haciendo algo más urgente para la patria. Junto a un Polo de Desarrollo Económico de 217 hectáreas, promete llevar a cada mexicano, no a la luna, sino a la esquina, de forma ecológica y subsidiada.

El catálogo de beneficios sociales fue recitado como un poema épico: 616,316 ancianos pensionados, 69,767 personas con discapacidad recibiendo su limosna estatal, 230,521 becas Juárez para que la juventud estudie la gloriosa historia de las becas Juárez. Y no olvidemos la leche para el bienestar, porque un pueblo lactado es un pueblo sumiso.

“El pueblo tiene derechos”, rugió la Mandataria, “derechos que nosotros, en nuestra bondad infinita, hemos decidido concederles desde lo alto. Nuestro proyecto lleva la palabra Bienestar porque buscamos, siempre, el bienestar de que sepan quién les da el bienestar”.

El gobernador local, Alejandro Armenta Mier, agradeció con lágrimas de cocodrilo los manáes federales, especialmente en materia de seguridad, un concepto tan bien transformado que ya casi ni se le reconoce.

Así, entre aclamaciones y el sonido de las máquinas de imprimir dinero para financiar esta utopía, la Cuarta Transformación avanza, no se sabe exactamente hacia dónde, pero avanza. Y eso, al final, es lo único que importa en el gran teatro del absurdo nacional.

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio