La inflación golpea a las tienditas y redefine el consumo en México

La escalada inflacionaria está transformando el panorama de las tiendas de proximidad, donde las ventas se desploman ante la incertidumbre económica, los aranceles globales y las proyecciones de estancamiento. Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), este fenómeno ha obligado a reinventar estrategias de supervivencia.

El informe Pulso de la Tiendita de Barrio 2025 revela datos contundentes: el 72.8% de los negocios ha recortado sus márgenes de utilidad para evitar trasladar costos a los consumidores, mientras que el 53.7% ha optado por cambiar proveedores o reducir stock. Para el 81.6%, esta es la peor crisis de precios en años.

“Los comerciantes se han convertido en amortiguadores sociales, sacrificando ganancias para retener clientela”, explica Cuauhtémoc Rivera, líder de ANPEC. Productos como proteínas animales (res, huevo), agroalimentarios básicos (jitomate, maíz) y superfoods (aguacate, frutos rojos) lideran la espiral de precios, afectados por vedas sanitarias y tensiones comerciales.

La nueva realidad del consumo muestra patrones disruptivos: marcas blancas sustituyen a las premium, las compras se fragmentan (medios kilos en lugar de unidades completas) y resurge el crédito informal (fiado). Datos clave:

• 48.8% de los clientes gasta menos de $100 diarios
• 68.8% prioriza precio sobre calidad
• Solo 9.8% puede adquirir la canasta básica completa

El fracaso de las políticas públicas es evidente: el 76.2% considera ineficaz el PACIC. “Los microcomercios enfrentan solos esta tormenta perfecta de inflación, desabasto y falta de apoyo gubernamental”, denuncia Rivera. Este escenario refleja una economía popular que resiste con inventiva, pero cuyos límites se acercan peligrosamente.