La influencer que advirtió su asesinato y nadie escuchó

GUADALAJARA, Jalisco.- En un mundo donde las historias de Instagram tienen más peso que las denuncias formales, Valeria Márquez, la creadora de contenido convertida en hashtag póstumo, escribió su propio obituario en tiempo real. La mataron en plena transmisión, como si el espectáculo macabro fuera el último trending topic de su corta vida.

Las redes sociales, ese tribunal virtual donde las víctimas deben presentar pruebas antes de ser tomadas en serio, guardan las pruebas: capturas de pantalla de sus mensajes desesperados, donde responsabilizaba a un exnovio con más derechos que un diputado. “Si me pasa algo…”, escribió, como si en México las advertencias de las mujeres fueran horóscopos: todos las leen, nadie las cree.

El relato es tan repetitivo como un meme viral: la echaron de un antro en Puerta de Hierro porque al “muñeco” (término cariñoso para describir a un misógino con complejo de dueño) no le gustó verla feliz. Los guardias de seguridad, esos justicieros con uniforme pero sin criterio, prefirieron proteger los intereses del cliente que molesta antes que la integridad de la clienta que paga.

Y luego está el detalle surrealista: un misterioso sujeto que quería entregarle un “regalo”. En este país, cuando un desconocido insiste en dar algo a una mujer, lo único que regala son pesadillas. “¿Me iban a levantar o qué?”, bromeó Valeria, porque en esta distopía, las mujeres deben reírse del peligro para no volverse locas de miedo.

Mientras las autoridades siguen buscando pistas (que están literalmente en sus redes), los seguidores de Valeria ahora comparten su contenido como si fueran flores virtuales en su tumba digital. Porque en la era de la información, las mujeres siguen muriendo por los mismos motivos que en el siglo XIX, solo que ahora lo transmiten en HD.

Moraleja: Si una influencer advierte que la matarán y nadie hace caso, ¿el crimen realmente ocurrió? Para el sistema, parece que la respuesta sigue siendo “solo si se vuelve viral”.