La protesta contra la gentrificación escaló a vandalismo mientras policías observaban

CIUDAD DE MÉXICO. ¿Cómo una manifestación pacífica contra el desplazamiento urbano degeneró en destrucción ante la pasividad policial? Investigamos los hechos ocultos tras la marcha del viernes en colonias como la Roma y Condesa, donde testigos reportaron que agentes de la SSC evitaron intervenir pese a las advertencias previas de vandalismo.

Fuentes internas revelan que la protesta, inicialmente enfocada en denunciar la conversión de viviendas en alojamientos turísticos, tomó un giro inesperado cuando colectivos radicalizados desviaron la agenda. Documentos obtenidos por este medio muestran que, horas antes, circulaban mensajes en foros clandestinos convocando a “acción directa” contra cadenas internacionales. Starbucks no fue el único objetivo: registramos daños en seis locales más, incluyendo un coworking asociado a plataformas de renta.

Lo más inquietante: vecinos del Parque México entregaron a este equipo grabaciones inéditas donde se observa a uniformados recibiendo órdenes por radio de “no confrontar”. ¿Fue una estrategia deliberada para evitar escalar el conflicto o negligencia institucional? Mientras la alcaldía Cuauhtémoc califica los hechos como “aislados”, analistas urbanos advierten que este episodio refleja una crisis sistémica: la falta de diálogo entre autoridades, residentes y activistas está alimentando un círculo de violencia.

Al cierre de esta edición, descubrimos que tres negocios vandalizados no figuraban en los reportes oficiales. La pregunta que queda flotando: ¿cuántos daños reales se están ocultando tras una narrativa de “protesta legítima”?