La SEP decreta 40 días de fuga estudiantil antes del regreso a las aulas

En un acto de generosidad sin precedentes, el Ministerio de la Tortura Académica (también conocido como SEP) ha concedido a sus rehenes estudiantiles un permiso temporal de evasión que durará exactamente lo que tarda en secarse un cuaderno mojado en julio: 40 gloriosos días.

Mientras los pupilos de educación básica huyen hacia playas, piscinas o el sofá familiar, los carceleros docentes deberán presentarse a un ritual de autoflagelación pedagógica disfrazado de “Taller Intensivo”, donde aprenderán, entre lágrimas, nuevas formas de hacer PowerPoints más aburridos que el reglamento escolar.

La SEP, en su infinita sabiduría burocrática, ha establecido que el éxodo masivo comenzará el 16 de julio, justo cuando el termómetro alcance niveles volcánicos. Los supervivientes del sistema (alias alumnos) podrán reingresar a las aulas el 25 de agosto, fecha coincidente con el momento en que todos los recuerdos divertidos del verano se hayan evaporado.

Nota para universitarios: Si esperaban lógica en este decreto, recuerden que su calendario lo decide un comité de rectores que jamás ha pisado un aula sin aire acondicionado.

Este paréntesis de libertad permitirá a las familias mexicanas practicar el deporte nacional: malgastar el aguinaldo en viajes donde los niños extrañarán el WiFi y los padres añorarán el silencio de las horas escolares.