Raymond Mantiene en Alerta al País: Una Lección de la Naturaleza
En mis años siguiendo los caprichos del clima, he aprendido que un sistema tropical como Raymond no es un evento aislado, sino un recordatorio de la fuerza de la naturaleza. Este sábado, la combinación de este meteoro y la abundante humedad del Pacífico y el Golfo de México saturará la atmósfera, generando precipitaciones desde Baja California hasta Chiapas, según el reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La clave aquí no es solo la lluvia, sino la persistencia y el área de cobertura, algo que siempre subestimamos en las primeras horas.
El organismo especializado detalló que los aguaceros más copiosos, con acumulados de entre 75 y 150 milímetros, se focalizarán en Baja California Sur (centro y sur) y Sonora (centro y este). He visto cómo en estas regiones, vientos con ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora y un oleaje elevado en el litoral del Pacífico pueden convertir una carretera en un río en cuestión de minutos. La experiencia me dicta que es en estas zonas donde la preparación es crucial.
En el monitoreo de las 06:00 horas, tiempo del centro de México, el núcleo de la tormenta tropical Raymond se situaba a 175 kilómetros al sur-sureste de Cabo San Lucas. Con vientos máximos sostenidos de 75 km/h y un desplazamiento veloz hacia el noroeste a 26 km/h, su trayectoria apunta directamente al sur de la península. Esta velocidad puede ser engañosa; un movimiento rápido no siempre significa menor impacto, sino que puede extender los efectos de manera impredecible.
La circulación de este ciclón también desatará lluvias torrenciales (de 50 a 75 mm) en Nayarit, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Asimismo, se prevén precipitaciones fuertes (de 25 a 50 mm) en Jalisco, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Puebla, San Luis Potosí, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. He comprobado que es en esta segunda categoría donde la gente suele bajar la guardia, pero son estas lluvias constantes las que saturan los suelos y provocan los daños más insidiosos.
En el norte del territorio, la interacción de Raymond con otros sistemas de baja presión generará chubascos (de 5 a 25 mm) en Tamaulipas, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala y la Ciudad de México, además de lluvias aisladas en Coahuila, Nuevo León, Zacatecas y Aguascalientes. Una lección que me ha dejado la práctica es que incluso las precipitaciones moderadas en zonas urbanas densamente pobladas pueden colapsar la infraestructura de drenaje.
El verdadero peligro, y esto es algo que repito constantemente, no es solo el agua que cae del cielo. Estas precipitaciones podrían estar acompañadas de descargas eléctricas, deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, principalmente en zonas serranas y áreas urbanas de los estados afectados. El SMN ha mantenido una zona de prevención por efectos de tormenta tropical desde Los Barriles hasta Santa Fe, en Baja California Sur, y en las Islas Marías, Nayarit. Ignorar estas advertencias es el error más común y costoso.
Finalmente, el mar nos dará una muestra de su poder. Se pronostica que el oleaje alcanzará alturas de 2.5 a 3.5 metros en las costas del sur de Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit, y de 1.5 a 2.5 metros en el occidente de Baja California. Las autoridades han exhortado a la ciudadanía a extremar precauciones y atender las recomendaciones de Protección Civil. Desde mi perspectiva, este llamado no es una formalidad; es el consejo acumulado de décadas de enfrentar emergencias. La caída de árboles y estructuras ligeras es solo el inicio; la verdadera resiliencia está en la prevención y el respeto a las fuerzas naturales.