Lluvias intensas derriban árboles y paralizan vialidades en la CDMX

Foto: El Universal.

Mientras la Ciudad de México se cubre bajo un manto gris, los equipos de Bomberos y Protección Civil trabajan sin descanso atendiendo múltiples emergencias. ¿Qué hay detrás de estos incidentes recurrentes? Las precipitaciones y los vientos huracanados no solo han dejado calles inundadas, sino también un paisaje de troncos caídos que revelan grietas en la infraestructura urbana.

En la avenida Insurgentes, un gigante de 20 metros yacía sobre el asfalto, bloqueando por completo el flujo vehicular hacia el sur. Aunque afortunadamente no hubo heridos, la pregunta obligada es: ¿están los árboles de la ciudad recibiendo el mantenimiento adecuado? Los bomberos, armados con motosierras, seccionaron meticulosamente el tronco, pero el caos persistió durante horas.

Más tarde, en la colonia Narvarte, otro coloso de 12 metros se desplomó con estrépito. Testigos relataron cómo el impacto destrozó una luminaria, cables de fibra óptica y tres automóviles estacionados. “Fue como si un rayo hubiera partido el árbol en dos”, describió un vecino que prefirió mantener el anonimato. ¿Por qué estos ejemplares, aparentemente robustos, cedieron ante la tormenta?

Las autoridades insisten en recomendar precauciones, pero los ciudadanos exigen respuestas. Con pronósticos que anticipan más lluvias torrenciales, ráfagas de 40 km/h y posible granizo, la interrogante persiste: ¿Está la CDMX preparada para enfrentar estos fenómenos cada vez más frecuentes? Los datos meteorológicos sugieren un patrón alarmante, mientras los árboles urbanos se convierten en víctimas silenciosas de una batalla contra el clima.

Este reportaje continúa investigando si las raíces del problema son literales o sistémicas. Mientras tanto, la ciudad sigue a merced de los elementos, con sus calles convertidas en campos de obstáculos naturales.