Los lineamientos escolares reducen obesidad y basura en México

Ciudad de México.- Tras un mes de implementación, los nuevos lineamientos sobre alimentos en escuelas públicas mexicanas han comenzado a mostrar impactos inesperados. ¿Estamos ante un cambio de paradigma en la nutrición infantil o solo es el principio de una batalla más compleja? La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) revela datos que desafían el escepticismo inicial.

Fuentes internas de la ASA compartieron con nuestro equipo documentos que detallan cómo cinco estados—Jalisco, Oaxaca, Colima, Yucatán y Sonora—reportan no solo mejor aceptación de los alimentos nutritivos, sino una disminución alarmante en los índices de sobrepeso en niños de 6 a 12 años. “Los datos preliminares superan nuestras proyecciones más optimistas”, admitió en entrevista exclusiva Liliana Bahena, coordinadora de Mi Escuela Saludable.

Pero ¿qué hay detrás de estas cifras? Nuestra investigación descubrió que el verdadero motor del cambio podría estar en un factor inesperado: las madres de familia. En Hermosillo, Sonora, su intervención transformó las tienditas escolares en mercados de productos locales. “Antes vendían frituras, ahora ofrecen nopales asados y jícamas con limón”, relata María González, voluntaria en la Primaria Revolución.

Expertos consultados, incluida Julieta Ponce del COA Nutrición, advierten que el desafío real comienza ahora: “Modificar los hábitos alimenticios requiere al menos tres generaciones. Estos lineamientos son solo la semilla”. Mientras tanto, universidades como la UNAM preparan estudios longitudinales para medir el impacto cognitivo de la nueva dieta escolar.

Lo que comenzó como una medida regulatoria se ha convertido en un experimento social sin precedentes. Las próximas revelaciones podrían redefinir lo que sabemos sobre nutrición infantil en América Latina.