Maestros convierten vías de tren en aula de protesta contra reforma del ISSSTE

En un sublime acto de pedagogía revolucionaria, los docentes de Chihuahua han decidido enseñarle al gobierno federal una masterclass sobre consecuencias. ¿El temario? Cómo paralizar un país mientras te ignoran con elegancia burocrática. Las vías ferroviarias, ese símbolo del progreso decimonónico, se transformaron hoy en pizarrones donde se escribe con tiza gruesa: “Queremos jubilaciones que no sean ficción distópica”.

Mientras en la Ciudad de México los legisladores debaten entre sorbos de café orgánico cómo maquillar su nueva reforma previsional, los maestros del norte ejecutan su propio plan de estudios: Bloqueo 101 (créditos extras por creatividad logística). Desde Juárez hasta Cuauhtémoc, las locomotoras aprendieron por fin el significado de “huelga”, ese concepto que tanto les explican a los alumnos en los libros de civismo.

La Red de Defensa Magisterial, ese sindicato paralelo que funciona como ONG de autodefensa laboral, coordinó esta jornada donde las casetas de peaje se convirtieron en aulas al aire libre. “Clase hoy: economía aplicada”, rezaba el plan didáctico no oficial mientras liberaban el paso vehicular. Los automovilistas, esos alumnos involuntarios, recibieron su lección práctica sobre solidaridad gremial.

En el colmo del surrealismo administrativo, los manifestantes anunciaron que su examen final (léase: bloqueo) tendría hora de clausura. Como si la protesta fuera un horario de oficina: “Disculpe ciudadano, la revolución social termina a las 6 PM porque los domingos descansamos”. Quizá mañana, cuando los trenes vuelvan a circular, el gobierno recuerde que los maestros no solo enseñan historia… también la escriben.