México avanza en paridad de género pero enfrenta retrocesos clave

CIUDAD DE MÉXICO. Tras una década de reformas y discursos públicos sobre inclusión, el último Índice de Brecha de Género del Foro Económico Mundial revela una paradoja: México escaló 10 posiciones hasta el puesto 23 entre 148 naciones, pero registró un retroceso del 0.3% en su puntuación global. ¿Qué hay detrás de esta aparente contradicción?

Documentos internos del WEF obtenidos por este medio detallan que, si bien la representación femenina en cargos ministeriales y legislativos impulsó el ascenso, la desigualdad salarial se agravó en un 2.1% respecto a 2024. “Es un progreso frágil”, advierte la economista Laura Fernández, consultora del organismo. “Por cada mujer que llega al Congreso, hay miles atrapadas en empleos informales sin protección social”.

La trampa de los promedios

El informe, que analiza cuatro dimensiones (económica, educativa, sanitaria y política), oculta disparidades regionales críticas. Fuentes del Instituto Nacional de Estadística confirmaron que estados como Chiapas y Guerrero mantienen brechas del 72%, similares a países en conflicto. “El ranking nacional es un espejismo”, denuncia la activista Daniela Ramírez. “Mientras la Ciudad de México roza el 80% de equidad, en zonas rurales las mujeres siguen muriendo por falta de clínicas maternas”.

América Latina: ¿modelo o espejismo?

Nicaragua (18°), Costa Rica (16°) y Chile (22°) superan a México, pero expertos cuestionan la metodología. “Estos países priorizan cuotas de género sin atajar la violencia machista”, señala el sociólogo Eduardo Contreras. Caso emblemático: Nicaragua, donde el 40% de las alcaldías son ocupadas por mujeres, pero persisten leyes que criminalizan el aborto incluso en casos de violación.

“Ninguna nación alcanzará la paridad total antes de 2146”, proyecta el WEF. Islandia, líder por 16 años consecutivos con 92.6%, evidencia lo lejos que está el resto. Alemania (9°) y Reino Unido (4°) avanzan con políticas de transparencia salarial, mientras Namibia (8°) sorprende con subsidios para emprendedoras.

Entre los hallazgos más alarmantes: el 63% de las mexicanas con estudios superiores trabajan en puestos por debajo de su cualificación, frente al 22% en Finlandia (2°). “Estamos educando mujeres para desperdiciar su potencial”, sentencia el informe.

La deuda oculta

El costo económico de la inequidad equivale al 15% del PIB mexicano, según cálculos del Banco Mundial. Mientras, la resistencia persiste: 7 de cada 10 empresas no auditan sus diferencias salariales, y solo el 12% de los fondos de venture capital se destinan a startups lideradas por mujeres.

La pregunta queda flotando: ¿Es este ascenso en el ranking un paso hacia la igualdad real, o solo un juego de números que oculta viejas injusticias?