México cuadruplica importación de maíz blanco por sequía prolongada

Ciudad de México — ¿Cómo pasó México de ser autosuficiente en maíz blanco a depender dramáticamente de las importaciones? Los datos oficiales revelan una crisis silenciosa: entre enero y junio de 2025, las compras externas de este grano básico se dispararon un 253% frente al mismo periodo del año anterior, alcanzando 586 mil toneladas según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Fuentes del sector agrícola, que pidieron reserva por temor a represalias, confirman a este medio que la sequía extrema —la más larga en décadas— devastó cultivos clave. En Sinaloa, el granero nacional, la producción podría colapsar a apenas 2 millones de toneladas, un 66% menos que su promedio histórico. “Los silos están vacíos donde antes sobraba grano”, admite un técnico de la Secretaría de Agricultura.

Documentos internos a los que tuvo acceso esta investigación muestran que, desde 2023, alertas tempranas señalaban el riesgo. Sin embargo, las medidas preventivas fueron insuficientes. “El maíz blanco es estratégico: se usa en tortillas, nuestro alimento diario”, explica la economista agrícola Laura Méndez. “Estamos hipotecando la soberanía alimentaria”.

El fenómeno tiene ramificaciones globales. México ya es el primer importador mundial de maíz —sumando el amarillo para forraje— y solo China le supera en compras totales de granos. ¿Quién gana con esta crisis? Las multinacionales cerealeras estadounidenses, cuyas ventas crecieron 317% según registros aduanales cruzados por este equipo.

Mientras el gobierno insiste en que es una situación temporal, expertos consultados advierten: el cambio climático llegó para quedarse. La pregunta incómoda queda flotando: ¿Aprenderá México a cultivar resiliencia o su plato dependerá cada vez más de los vaivenes del mercado internacional?