México defiende el programa de médicos cubanos ante acusaciones de EE.UU.

La administración de Andrés Manuel López Obrador dejó un legado de iniciativas polémicas que trascendieron fronteras, entre ellas, la contratación de profesionales de la salud cubanos para cubrir las carencias del sistema médico mexicano. Ahora, bajo el mandato de Claudia Sheinbaum, este programa sigue vigente, generando tanto apoyo como críticas internacionales.

¿Qué hay detrás de este acuerdo bilateral? Fuentes cercanas al gobierno revelan que, desde febrero pasado, Sheinbaum ratificó la continuidad del programa, argumentando la necesidad de atender zonas marginadas donde el acceso a servicios médicos es limitado. Sin embargo, las recientes acusaciones de Estados Unidos sobre presuntas prácticas de “trabajo forzoso” han reavivado el debate.

Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, anunció sanciones contra funcionarios centroamericanos vinculados a lo que calificó como “explotación laboral” de médicos cubanos en misiones internacionales. Según documentos obtenidos por este medio, Cuba obtendría divisas a través de estos programas, mientras que los galenos recibirían solo una fracción de lo que pagan los países receptores.

Sheinbaum, en una declaración contundente, negó estas acusaciones: “No hay trabajo forzado en México. Los contratos son transparentes y responden a una necesidad histórica”. Pero, ¿realmente se han investigado las condiciones laborales de estos profesionales? Hasta ahora, ni el IMSS Bienestar ni la Secretaría de Salud han publicado auditorías detalladas.

Mientras tanto, testimonios anónimos de médicos cubanos en México sugieren que, aunque no hay coerción física, existen cláusulas restrictivas en sus contratos que limitan su movilidad y remuneración. “Nos pagan menos que a los médicos mexicanos, pero es mejor que en Cuba”, confesó uno de ellos bajo condición de anonimato.

La llegada de 199 especialistas cubanos al Aeropuerto Felipe Ángeles en noviembre pasado reafirmó el compromiso de México con este programa. La Embajada de Cuba lo calificó como un acto de “solidaridad”, pero analistas internacionales lo ven como una estrategia geopolítica del gobierno cubano para aliviar su crisis económica.

¿Es este un verdadero intercambio humanitario o una transacción encubierta? La falta de transparencia en los términos contractuales y las contradicciones entre las versiones oficiales y los testimonios de primera mano dejan más preguntas que respuestas. Una cosa es clara: el debate sobre los médicos cubanos en México está lejos de terminar, y sus implicaciones podrían redefinir las relaciones diplomáticas en la región.