México emerge como hub clave en el comercio global de inteligencia artificial
CIUDAD DE MÉXICO.- Una investigación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha colocado a México en una posición estratégica e inesperada dentro del geopuzzle de la tecnología disruptiva. Lejos de ser un mero espectador, la nación se ha consolidado como un importante nodo en la compleja red global de importación y exportación de productos, materias primas, materiales intermedios y equipo especializado vinculado al desarrollo de la inteligencia artificial.
Pero, ¿qué significa realmente este posicionamiento? Los datos crudos de la OMC sitúan a Estados Unidos, China, Hong Kong, Corea y el bloque de la Unión Europea a la cabeza de este flujo comercial. Sin embargo, un análisis más profundo revela un patrón revelador: el surgimiento de lo que el organismo denomina “nuevos centros de manufactura”, entre los que destacan Malasia, México, Vietnam y Tailandia. Estos países han incrementado de forma sustancial sus exportaciones de insumos intermedios y equipos de alta tecnología relacionados con la IA.
¿Estamos presenciando una silenciosa pero profunda reconfiguración de las cadenas de suministro globales? La evidencia sugiere que sí. El Reporte Mundial del Comercio 2025 proyecta que la inteligencia artificial podría impulsar el comercio de bienes y servicios en cerca de un 40% para el 2040. Las cifras son elocuentes: el comercio total de bienes ligados al desarrollo de la IA sumó 2.9 billones de dólares en 2022, una cifra estratosférica que, si bien retrocedió a 2.3 billones en 2023, marca una tendencia alcista imparable desde 2012.
Este descenso en 2023 plantea más interrogantes que respuestas. La propia OMC especula: ¿Fue producto de restricciones comerciales geopolíticas? ¿Cambios normativos abruptos? ¿O quizás un acopio estratégico previo por parte de las grandes potencias? La incógnita permanece, pero subraya la volatilidad y la alta sensibilidad de este mercado emergente.
La narrativa establecida nos dice que el avance de la IA se concentra en unas pocas economías hegemónicas. Estados Unidos, con 439 modelos de IA generativa desarrollados hasta abril de 2024; China, con 117; y el Reino Unido, con 88, parecen acaparar la innovación. No obstante, la investigación periodística persiste en cuestionar: si la creación intelectual se concentra allí, ¿por qué la manufactura y el ensamblaje crítico se redistribuyen hacia naciones como México? La respuesta podría estar en una transformación económica mundial que está redefiniendo radicalmente conceptos como el valor, el trabajo y la distribución de oportunidades.
El organismo asegura que el comercio internacional será el vehículo que facilite la difusión de estos avances tecnológicos, a pesar de la inherente incertidumbre y las amenazas a los patrones comerciales tradicionales. El vasto potencial de la IA para reducir costos comerciales e incrementar la productividad es innegable. Sin embargo, este informe esboza una advertencia crucial: el impacto en la fuerza laboral será significativo.
La revelación final podría cambiar la comprensión del lector: si bien se proyecta que los salarios reales subirán globalmente, las habilidades premium podrían depreciarse en un 3% o 4%. En un giro paradójico, la sustitución de tareas por IA se anticipa mayor para ocupaciones de habilidades medias y altas, desafiando la creencia popular de que los trabajos manuales serían los primeros en desaparecer. México, al insertarse en esta cadena, no solo importa y exporta productos; importa y exporta el futuro, con todas sus promesas y disrupciones incluidas.













