Un nuevo modelo energético para México: soberanía, tecnología y transición justa
El gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha presentado una hoja de ruta audaz para redefinir la matriz energética nacional. Este plan estratégico no solo busca incrementar la capacidad de generación, sino consolidar un modelo de soberanía energética donde el Estado recupera su papel rector, garantizando el 54% de la producción eléctrica total.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) será la protagonista de esta transformación. A partir de 2026, iniciará la construcción de un portafolio de proyectos que sumarán 6,000 megawatts (MW) de nueva capacidad. Este mix tecnológico incluye cuatro centrales de ciclo combinado (que utilizan gas natural), tres parques fotovoltaicos y tres iniciativas de energías limpias en colaboración con el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN): dos solares y uno eólico.
Este despliegue responde a una doble urgencia contemporánea: cumplir con los compromisos climáticos internacionales y asegurar un suministro eléctrico resiliente y asequible para la industria y los hogares. La visión es clara: una transición energética pragmática que combine tecnologías de bajas emisiones con la flexibilidad necesaria para la estabilidad de la red.
Proyectos emblemáticos y una apuesta solar continental
Entre los proyectos destacados se encuentra el complejo fotovoltaico Puerto Peñasco en Sonora, que, al concluir su cuarta fase, se convertirá en el más grande de Latinoamérica con 1,000 MW de capacidad. Paralelamente, avanzan las obras de la central de ciclo combinado “Francisco Pérez Ríos Tula II” en Hidalgo, diseñada para sustituir una obsoleta planta de combustóleo.
La inversión pública comprometida es monumental, superando los 80 mil millones de pesos solo para las nuevas centrales de ciclo combinado. Además, se ha lanzado una convocatoria para ordenar y agilizar la inversión privada, que desarrollará 20 nuevos proyectos (15 solares y 5 eólicos) en 11 estados, representando una inyección de capital de 4,752 millones de dólares.
Una red inteligente y conectada
La transformación no se limita a la generación. Para integrar esta nueva capacidad y modernizar la infraestructura, se contemplan 66 proyectos de transmisión. De estos, 22 ya están en proceso de licitación, y 44 más se lanzarán a lo largo de 2026, tejiendo una red más robusta, digitalizada y capaz de gestionar flujos de energía renovable intermitente.
Revolución de las conciencias: democratizar la cultura en la era digital
En paralelo a esta revolución energética, el gobierno federal impulsa una transformación cultural profunda. En un acto simbólico en la Plaza de la Constitución, se inició la distribución gratuita de 2.5 millones de libros de la colección “25 para el Veinticinco” del Fondo de Cultura Económica, dirigida a jóvenes de 15 a 30 años en toda Latinoamérica.
Esta iniciativa, encabezada por Sheinbaum y el director del FCE, Paco Ignacio Taibo II, busca contrarrestar la saturación de las redes sociales y fomentar el pensamiento crítico. La colección reúne obras de 27 autoras y autores fundamentales de la región, desde Gabriel García Márquez y Eduardo Galeano hasta Blanca Varela y Juan Gelman.
“Lo que otorga un libro, no se encuentra en las redes sociales”, afirmó la presidenta, subrayando la lectura como un acto de reflexión colectiva y un pilar para la “gran revolución de las conciencias”. Este esfuerzo se apoya en una red de 24,000 clubes de lectura en el país, demostrando que la política cultural del siglo XXI debe ser tan disruptiva, conectada y ambiciosa como la política energética.
Ambas agendas —la de la soberanía energética y la de la democratización cultural— están entrelazadas en una visión de futuro: un México que construye su autonomía tecnológica y ambiental mientras empodera a su ciudadanía con conocimiento y herramientas para imaginar, y exigir, un mañana distinto.














