México y la Unión Europea (UE) llevaron a cabo la decimotercera edición de su Diálogo de Alto Nivel sobre Derechos Humanos, un espacio clave para coordinar estrategias frente a desafíos urgentes como el tráfico ilícito de armas, las desapariciones forzadas y la tortura. El encuentro, enmarcado en la visita de la representante especial de la UE para los derechos humanos, Kajsa Ollongren, subraya una alianza renovada en un contexto global complejo.
Agenda bilateral: de la violencia estructural a la frontera digital
El diálogo no solo confirmó la solidez de la relación bilateral, sino que también estableció una hoja de ruta compartida. Las partes coincidieron en que la cooperación internacional es un pilar indispensable para construir soluciones efectivas y sostenibles. La agenda amplió su mirada tradicional para incluir los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, así como la protección integral de personas defensoras y periodistas.
Uno de los ejes más vanguardistas fue la discusión sobre la gobernanza de tecnologías disruptivas. La regulación ética de la Inteligencia Artificial y otras innovaciones emergentes se posicionó como un tema crítico, reconociendo su impacto en la privacidad, la no discriminación y el ejercicio de libertades fundamentales en la era digital.
Un enfoque transversal: género y estándares globales
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) detalló que las conversaciones, copresididas por el subsecretario Enrique Ochoa Martínez, se desarrollaron con una lógica transversal de derechos humanos y una perspectiva de género rigurosa. Esta metodología asegura que todas las políticas analizadas se alineen con los más altos estándares internacionales y atiendan las desigualdades estructurales.
Compromiso hacia el futuro: sociedades resilientes y justas
El compromiso final va más allá del bilateralismo: México y la UE se reafirmaron como aliados estratégicos en los foros multilaterales para fortalecer el sistema global de derechos humanos. Este diálogo no es un punto final, sino un acelerador para impulsar sociedades más justas, inclusivas y tecnológicamente conscientes, donde la dignidad humana sea el núcleo de toda acción política y de innovación.
