Julio César, quien permaneció 5 días enterrado en un pozo del municipio de Cuauhtémoc, en Colima, murió; así lo anunció la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPC) y la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, quienes colaboraron en el rescate.
De acuerdo con la explicación brindada por los cuerpos de rescate, al momento de realizarse maniobras dentro del pozo, Julio entró a una situación crítica de salud y, además se presentaron dos colapsos de tierra que volvieron a cubrir a al hombre y a los brigadistas que trabajaban en sacarlo.
En su intervención, Osvaldo Zavala, director de operaciones de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, indicó que seguirán las labores de extracción de Julio César y, aunque no quiso dar por hecho su deceso, confirmó que ya no presenta signos vitales.
Añadió que el protocolo indica que una vez que se logre rescatar el cuerpo, se tiene que hacer un proceso de reanimación cardiopulmonar.
Esta fue la causa de muerte de Julio
En una rueda de prensa ofrecida en el lugar de los hechos, se expuso que el deterioro del estado de salud de Julio César se dio cuando lograron desenterrarle la cadera:
“Un paciente que dura mucho tiempo sometido a presión, ya sea por una estructura o en este caso por la presión de la tierra, tiene pérdida de fluidos o de flujos sanguíneos en las extremidades, lo que causa un deterioro en los tejidos que están sometidos a esa presión”.
Cuando se restablece ese flujo sanguíneo, todas esas toxinas o lesiones en las extremidades empiezan a generar problemas en los sistemas respiratorio, circulatorio y neurológico.
Esto le pasó a Julio César, quien en minutos se deterioró físicamente, hasta quedar inconsciente y llegar a fase crítica.
Agencias
