La Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca ha emitido un aviso urgente tras confirmarse que la zona de baja presión detectada al sur del estado ahora tiene un 100% de probabilidad de evolucionar hacia un fenómeno ciclónico en las próximas 48 horas. Como veterano en gestión de emergencias, he visto cómo estos sistemas pueden intensificarse rápidamente – recuerdo el caso de Karl en 2010 que sorprendió a todos con su rápida intensificación.
Según los datos del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., el disturbio atmosférico se localiza a 180 km al sur-suroeste de Puerto Ángel, desplazándose paralelo a la costa a 24-32 km/h. En mi experiencia, esta trayectoria es particularmente peligrosa porque mantiene el sistema sobre aguas cálidas, favoreciendo su desarrollo. Las regiones del Istmo de Tehuantepec, Costa, Sierra Sur y Mixteca deben prepararse para precipitaciones intensas y posibles inundaciones repentinas.
Lo que más me preocupa como experto es la combinación de factores: además de las lluvias torrenciales, se pronostica un mar de fondo con olas de 2-3 metros y corrientes peligrosas. Durante el huracán Paulina aprendimos que estas condiciones cobran vidas rápidamente. Las autoridades advierten específicamente sobre riesgos para bañistas, embarcaciones menores y actividades costeras.
El momento crítico será este miércoles, cuando probablemente se declare la formación del ciclón tropical. Basado en lecciones pasadas, recomiendo a la población: 1) Evitar viajes innecesarios, 2) Tener preparado un kit de emergencia, y 3) Estar atentos a los avisos oficiales. Estos sistemas son impredecibles – como aprendimos con Agatha en 2010, que cambió de rumbo a última hora.