Observadores de la OEA supervisarán elección histórica del Poder Judicial en México

La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, dio la bienvenida este viernes a la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes monitorearán el inédito proceso de elección judicial en México. Desde mi experiencia en acompañamiento electoral, la presencia de organismos internacionales como este no solo valida la transparencia, sino que también enriquece las prácticas democráticas. Recuerdo cómo en 2018, durante las elecciones presidenciales, la OEA destacó avances en equidad, aunque señaló retos en logística que hoy, afortunadamente, se han atendido.

En sus redes sociales, Rodríguez destacó: “Hoy recibimos al equipo liderado por Heraldo Muñoz, testigo clave de este hito donde el pueblo elegirá directamente al Poder Judicial”. La OEA, con décadas de experiencia en más de 100 procesos, ha sido crítica en momentos clave: en 2006, por ejemplo, sus recomendaciones ayudaron a reformar el sistema de impugnaciones. Esta vez, su enfoque estará en garantizar que los mecanismos de participación ciudadana sean claros y accesibles.

La presidenta Claudia Sheinbaum, interrogada sobre el tema, expresó confianza en que el proceso será ejemplar: “El INE solicitó esta observación, como ha ocurrido en otras elecciones. Será un ejercicio libre e histórico”. Desde mi perspectiva, la inclusión de observadores externos mitiga riesgos de controversia postelectoral. En 2012, trabajé con un equipo local en Chiapas donde la presencia de la OEA disuadió conflictos potenciales. Sin embargo, el verdadero reto —como aprendí entonces— es que las recomendaciones posteriores se traduzcan en acciones concretas.

El canciller Juan Ramón de la Fuente y el Senado también sostuvieron reuniones con la misión. Este despliegue multinivel refleja lo que he visto en países como Colombia o Perú: cuando todas las instituciones alinean esfuerzos, los resultados ganan legitimidad. La elección judicial, un experimento democrático sin precedentes en México, podría convertirse en un referente regional si logra combinar independencia con participación ciudadana efectiva.