Ola de calor en México dispara alertas sanitarias y contaminación

Ciudad de México — ¿Qué hay detrás de los termómetros que rozan los 45°C? Una investigación revela que la nueva onda de calor, activa desde este martes en 15 estados, es solo la punta del iceberg. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirma patrones alarmantes: 17 entidades superarán los 40°C, mientras otras 12 oscilarán entre 35 y 40 grados. Pero los datos ocultan más: Urique, Chihuahua, ya registró 44.7°C, cifra que rivaliza con zonas desérticas.

Las autoridades insisten en recomendaciones básicas: hidratación, ropa clara y evitar el sol. Sin embargo, documentos internos del Sector Salud obtenidos por este medio exponen una realidad cruda: 335 casos médicos vinculados al calor extremo, incluyendo cuatro muertes. ¿Por qué Jalisco (61 casos), Tabasco (57) y Veracruz (39) concentran las estadísticas? Fuentes hospitalarias señalan subregistros y falta de protocolos en zonas rurales.

Pero el calor no actúa solo. Expertos en calidad del aire advierten un cóctel tóxico: “La estabilidad atmosférica encapsula contaminantes”, revela Armandina Valdez de la Agencia de la Calidad del Aire. Cuatro estaciones ya reportan niveles peligrosos de PM2.5, mientras el ozono —un asesino silencioso— se dispara por las tardes. ¿Están conectadas las 191 víctimas de golpe de calor con este fenómeno? Estudios citados por la Secretaría del Medio Ambiente sugieren que sí.

Lo que comenzó como un boletín meteorológico termina como una investigación sobre negligencia sistémica. Mientras las temperaturas rompen récords, las preguntas persisten: ¿Por qué San Luis Potosí y Tabasco suman muertes evitables? ¿Qué falló en los sistemas de alerta temprana? Una cosa es clara: esta no es solo una crisis climática, sino un reflejo de vulnerabilidades políticas y sociales que el calor está dejando al descubierto.