Operativo de 90 horas sofoca incendio en relleno sanitario de Culiacán

Un intenso operativo de emergencia, que movilizó tecnología y recursos humanos a gran escala, logró extinguir un incendio de larga duración en el vertedero de Culiacán. La intervención, que se extendió por noventa horas continuas, requirió una estrategia combinada de supresión, contención y gestión de residuos para neutralizar la amenaza ambiental.

CULIACÁN, Sin. – La respuesta ante la crisis fue inmediata y multidisciplinaria. Equipos de bomberos, apoyados por cañones hidráulicos de alta potencia, camiones cisterna, góndolas y maquinaria pesada, lograron finalmente sofocar por completo las llamas en el complejo de disposición final de residuos. Jesús Bill Mendoza Ontiveros, coordinador de Protección Civil de la ciudad, confirmó la conclusión de un siniestro que desafió a los equipos de auxilio durante casi cuatro días.

Origen y movilización para controlar la emergencia

El incidente, cuyo origen se investiga, comenzó el viernes pasado y activó un protocolo de contingencia que concentró a un centenar de especialistas. Personal de los cuerpos de rescate, junto a brigadas de obras públicas municipales y estatales, trabajó en un esquema de turnos ininterrumpidos hasta declarar el control total del fuego en la tarde del lunes.

Estrategia integral: combate, seguridad y logística

La estrategia no se limitó al combate directo de las llamas. Mientras se realizaban labores de apertura de brechas y enfriamiento, elementos de la Guardia Nacional y la policía municipal establecieron un perímetro de seguridad para garantizar la protección de los habitantes de las colonias aledañas al sitio.

La complejidad de la extinción radicó en la naturaleza del combustible. Para alcanzar los focos de ignición profundos, fue necesario remover cientos de toneladas métricas de desechos sólidos y escombros, combinando la fuerza mecánica con un constante flujo de agua dirigido mediante tecnología especializada.

Fase crítica: contención y prevención de reavivamientos

El coordinador explicó que, aunque el control del incendio se alcanzó desde el sábado, se mantuvo una fase crítica de vigilancia activa. Las labores posteriores se enfocaron en la contención, el enfriamiento progresivo y la remoción de material para eliminar cualquier posibilidad de reignición, un riesgo latente en este tipo de siniestros.

Como medida de precaución extrema, los cuerpos de auxilio y las unidades de seguridad permanecerán desplegados en la zona. Su misión es asegurar que el incidente esté totalmente resuelto y que se mitigue cualquier riesgo residual de que el fuego pueda reactivarse, garantizando así la tranquilidad de la comunidad y la estabilidad del entorno.

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