La Marina Desentraña una Red en el Estratégico Puerto de Manzanillo
Un comunicado oficial de la Secretaría de Marina (SEMAR) anunció este martes la captura de 54 individuos. Pero, ¿quiénes son realmente estos detenidos y qué estructura criminal operaba con tanta impunidad en los municipios de Manzanillo? La respuesta parece estar en los detalles de un operativo que va más allá de una simple redada.
Bajo el paraguas de la denominada Estrategia de Seguridad Pez Vela 2025, las autoridades no solo procedieron a la aprehensión, sino que también lograron el aseguramiento de un arsenal, estupefacientes y bienes que pintan un cuadro de una organización mucho más compleja. Todo el material fue puesto a disposición del Ministerio Público para la integración de las indagatorias.
Una Colaboración que Plantea Nuevas Preguntas
La investigación contó con la participación de la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Colima y la Dirección de Seguridad Pública de Manzanillo. SEMAR afirma que el objetivo primordial es mermar la violencia y robustecer la seguridad de la población en una zona altamente disputada por los grupos delictivos debido a su vital puerto comercial. Sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿qué facción del crimen organizado estaba intentando consolidar su control?
El Botín: Más Allá de las Armas y las Drogas
Entre los objetos incautados, se descubren pistas reveladoras: armas de fuego cortas, armas artesanales conocidas como “hechizas”, 18 armas blancas, un cargador, 17 cartuchos útiles, 268 dosis de la potente metanfetamina y envoltorios con marihuana. Pero el hallazgo más significativo, que sugiere un centro de operaciones, fue la incautación de cinco inmuebles equipados con antenas, computadoras, equipos de radiocomunicación y teléfonos.
Además, se recuperó una camioneta con reporte de robo y ocho motocicletas, vehículos comúnmente utilizados para la logística de las actividades ilícitas.
La Conclusión del Rastro: Una Estructura Desmantelada
La evidencia reunida no apunta a un hecho aislado. La posesión de equipos de comunicación en propiedades específicas indica que las autoridades no solo interceptaron a los sicarios, sino que posiblemente desarticularon un centro de mando y control. Este operativo, presentado como una acción más dentro de una estrategia amplia, revela la persistente batalla por el dominio de los puntos logísticos clave del país. La SEMAR y sus aliados institucionales continúan su labor, pero la interrogante sobre el próximo movimiento de los grupos residuales permanece en el aire.















